Unicornio Por Esto!: Violencia desde voces femeninas

Mayté G. Cámara Yamá estudia los diversos ecos que resuenan sobre la denuncia de lo que sufren las mujeres latinoamericanas, y lo hace a través de la literatura de Maricarmen Velasco y Susi Bentzulul
domingo, 17 de marzo de 2024 · 16:53

La identidad latinoamericana desde sus orígenes engendró una realidad violenta; tal como nos dice Eduardo Galeano: “La violencia en América Latina no es simplemente un fenómeno social, sino un reflejo de la desigualdad y la opresión arraigadas en nuestra identidad.”(s/f) , dicha identidad marcada por las cicatrices de los procesos de conquista, colonización y mestizaje (por mencionar algunos), que nos heredaron un pensamiento europeo predeterminado para discriminarnos a nosotros y nosotras mismas, por el simple hecho de ser de orígenes latinoamericanos. Es decir, esta desigualdad y opresión originada por un pensamiento discriminatorio hacia los pueblos originarios, las mujeres, las infancias y la comunidad LGBTIAQ+.

Cuarto Oscuro

Por otro lado, dicha violencia también, y como nos menciona la escritora Julia de Burgos, “es un síntoma de la lucha constante por la identidad y la dignidad de sus pueblos, una lucha que se ha librado a lo largo de siglos de historia”, comprendiendo una historia llena de luchas constantes para buscar nuestra autonomía y libertad.

Al hablar de identidad latinoamericana solemos pensar en un plural masculino: “latinos”, “nosotros” o “todos”, sin nombrar o tener en cuenta, a la otra mitad y en quienes terminan recayendo, no una, sino muchas violencias: las mujeres. Basta con ver las noticias para enterarnos cuántos casos de feminicidios o casos de violencia doméstica tuvimos al día, ello sin contar las innumerables violencias sistemáticas o políticas que sufrimos en nuestra cotidianeidad.

Por ello, en este ensayo le daremos lugar a dos voces del siglo XXI, a la poeta y antropóloga Maricarmen Velasco, ganadora del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2022 y a la poeta y traductora maya tsotsil Susi Bentzulul. La primera a través de su obra “La Muerte golpea en lunes” (2022) y la segunda por su obra “Tenbilal Antsetik. Mujeres olvidadas.” (2022). Dos escrituras, aparentemente distantes en experiencia pero igual de fundamental para hablar de lo que hoy somos y sufrimos las mujeres latinoamericanas, y aún más importante, dejando memoria de ello para las futuras generaciones.

¿Por qué leer desde la escritura femenina?

En primera instancia, si nos preguntamos la importancia de leer estas realidades que conforman nuestra identidad, podemos remitirnos a las palabras de Victoria Ocampo: “El monólogo del hombre no me alivia de mi sufrimiento ni de mi pensamiento. ¿Por qué resignarme a repetirlo? Tengo otra cosa que expresar. Otros sentimientos, otros dolores han destrozado mi vida”, por ello, y apropósito de dichos sentimientos y dolores, nos permitimos sumergirnos en la complejidad del ser mujer en latinoamérica.

Es importante, recordar que estas voces, si bien nos hablan desde su individualidad, no son indiferentes a lo que ocurre a su alrededor, por lo contrario, sus poemas parecen estar acompañados de sus ancestras (abuelas, madres, tías o hermanas) y de un pueblo o país que sufre la violencia de una realidad como la nuestra.

El dolor compartido: testimonios para la colectividad

Tal como señaló la escritora Eva Castañeda en la presentación de “La muerte golpea en lunes”: “Es un ejemplar que sale de la norma de los libros ganadores del premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, escritos por mujeres; un libro que apela a lo colectivo, a la memoria. Celebro que Maricarmen Velasco dé cuenta, en su poemario, de un momento histórico muy particular en México, pero que además se puede leer y entender en cualquier país de Latinoamérica, desafortunadamente” (2023). Finalmente, la autora nos comenta que, en efecto: “Este libro no me pertenece. Escribí este libro pensando en los familiares, amigas, amigos, padres, de las y los desaparecidos, las víctimas de feminicidio, los abandonados en fosas clandestinas. Quería hablar de lo que pasa con esas vidas en cuanto pierden a un ser querido” (2023), creando de está forma una memoria colectiva de las personas desaparecidas y de las familias afectadas por dicha violencia.

La autora capturó la colectividad desde el nombramiento de dicho libro:

 “Titulé mi libro La muerte golpea en lunes porque es tal la violencia en México que da lo mismo el día que transcurra, ya que el nivel de violencia permanece. Sin embargo, en un encuentro con familiares de personas desaparecidas, en Córdoba, Veracruz, una madre dijo que para ellas el lunes representa un día terrible, porque es cuando empiezan los telefonazos de padres, madres y familiares diciendo: ya no regresó mi hermano, ya no regresó mi hija, no encuentro a mi niño. Tal vez sea un tema poco agradable, pero es más desagradable la realidad y la tenemos de frente, a diario” (2023)

Malas noticias de gran magnitud que se adolecen en familia e incluso en comunidad.

Por otro lado, “Tenbilal antsetik. Mujeres olvidadas” también nos remite a una experiencia colectiva, la de las mujeres tsotsiles, denunciando las violencias que viven y al mismo tiempo actuando en resistencia nombrando realidades que antes no podrían ser nombradas y menos en su idioma original. Y, tal como nos señala Alejandra Muñoz la voz de la autora “[...] se crea desde la oralidad más secreta, la de las madres y abuelas que buscaron contar la historia de sus pueblos, y su propia historia, a su descendencia.” (2023). Además de tener en cuenta que su lírica es resultado de “los cantos de sus ancestros y ancestras, hombres y mujeres que han resistido a la violencia colonialista y racista, que han resguardado la lengua de los primeros pobladores de las tierras altas de Chiapas.” (2023), retomando años de historia de su pueblo.

¿De dónde viene tanto dolor?

Violencia hacia la mujer

Al preguntarnos el origen de dichos poemas, la primera cualidad que me gustaría remarcar es la empatía. La primera para representar y encarnar las voces de las mujeres que las rodean: abuelas, madres, hermanas e hijas, quienes sufren las violencias. Y la segunda cualidad es su facilidad para transmitirnos dichas dolencias que las mujeres, en sus diferentes contextos, sufren.

En el caso de “La muerte golpea en lunes” nos encontramos diferentes situaciones reales para un público latinoamericano: 1) las desapariciones (en el poema “Flor de jamaica”), fallecimientos sin cuerpo y sin pruebas como para creer que la muerte es opción; 2) la violencia ejercida por fuerzas superiores como es el narcotráfico y los sicarios (en el poema “Cascarita”). Y por último 3) La muerte y nuestra relación con ella, una relación tan cercana que casi normalizamos su presencia en la cotidianeidad, al punto de buscar en ella respuestas, la verdad, las pertenencias y/o seres queridos que nos ha arrebatado (en el poema “Epílogo”).

Por su parte, “Tenbilal antsetik.Mujeres olvidadas” nos habla desde una individualidad para reflejar una voz cargada de un coro ancestral, como en el poema
“Muero”: “Muero con la angustia de mi abuela/ en las heridas abiertas de mi madre:/allí brotan cantos tristes,[...] Muero en la mirada perdida/ de mis hijas, que lloran sin pausa,/anudando secretos del alma [...] Yo muero.”. Otro ejemplo de ello es “Una herida sangra”: “Una herida sangra en mi alma./Es recuerdo de mi madre que llora/ [...] Mi madre teje un largo silencio. [...] Una herida sangra en mi alma./Es el recuerdo de mi madre batiendo/ su desesperación en una jícara./Mi madre bebe su dolor”. Permitiéndonos sentir, a través de su voz, la multiplicidad de mujeres que comparten sus saberes, sus vivencias y a la vez su dolor.

Especial

Testimonios del ser mujer

Ambas autoras, por medio de su escritura, nos permiten observar, sentir, y adolecer la condición de ser mujer en México. Por un lado, Velasco nos plasma el lugar de las abuelas, madres, hermanas, o mujeres cuidadoras quienes sufren la desaparición de un ser querido. Proporcionándonos, ese eco de voces del que mencionamos con la anterior autora: “Cada vez somos más/ las que buscamos/ a nuestros hombres/ en el plantío/ en el desfiladero./ Las que planchamos/ la misma prenda/ como si el contacto con ella/ pudiera regresarnos/ el aroma de su cuerpo/[...] Muchas más/ las que esperamos/ cada tarde/ desdoblamos/ las hamacas/ de nuestras hijas/ [...] Las que andamos/ como muertas/ arrastrando bultos/ con los que nos queda/ de las uñas/.”, mujeres que no se rinden a pesar de las adversidades y que siempre van a seguir luchando y resistiendo por sus desaparecidos.

De esta misma manera, Bentzulul también nos nombra la violencia más grande que se puede cometer a una mujer en latinoamérica: el feminicidio. Ahora, desde las mujeres más vulnerables, las niñas, entrando en la piel de las desafortunadas niñas que sufrieron hasta su doloroso final, ejemplo de ello encontramos los poemas: “Como otros niñas”, “Fosa”, “Ahogada” o “Velorio”, este último anexando un testimonio de una madre quien ha perdido a su hija. Captando dicho dolor y haciéndonos partícipes pero sobre todo denunciando tal injusticia: “No sé quién la mató o quiénes la mataron y no pienso investigarlo. ¿Para qué? Si así no voy a revivirla.”

Dichos poemas, antes mencionados, situándonos en los escenarios más lamentables para toda mujer que viva en Latinoamérica. No solo remitiendonos el dolor que se sufre, sino también describiendo el final atroz de nuestros cuerpos al ser víctimas de las peores violencias.

Conclusiones

Ahora bien, la importancia del mensaje se magnifica gracias al medio por el cual es transmitido: la poesía. Marco Antonio Murillo nos explica el porqué es de suma importancia: “La poesía le concierne todo lo que le afecta al ser humano; y que la poesía, en contraste del periodismo (que es la disciplina humana que más ha reflexionado sobre el estado de violencia actual), busca indagar los motivos humanos de la violencia, no sólo informarlos.” (2023).

Estas indagaciones, también nos pueden evidenciar el gran peso que las mujeres latinoamericanas tienen que cargar, el peso emocional, tal como menciona Alfonsina Storni en su poema “Peso ancestral”(1919). Sin embargo, por medio de esta literatura, el peso que antes era hasta un secreto, ahora se divide entre todas las mujeres que viven lo nombrado, entre las lectoras de ahora y entre las que vendrán.

En estas dos autoras a parte de evidenciar y nombrar, nos hacen testigos de dichas violencias también nos reiteran la gran importancia de la escritura poética de las mujeres, ya que en ella, nos hacen sentir todo la que nuestras ancestras y ancestros vivieron, y que nuestras mujeres e hijas sienten, todo ello para dejar memoria para las futuras generaciones, y esto para poder, al menos, por medio de la poesía, imaginar una realidad más benevolente con ellas.

Bibliografía

Bentzulul, S. (2023). Tenbilal antsetik. Mujeres olvidadas. Fondo de Cultura Económica.

Murillo, M. (2023). Caratula.net. Recuperado el 5 de noviembre de 2023, de https://www.caratula.net/maricarmen-velasco-poesia-y-testimonio/.

INBAL (2023) La muerte golpea en lunes, poemario de Maricarmen Velasco aborda el tema de las y los desaparecidos. (s/f). INBAL - Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Recuperado el 5 de noviembre de 2023, de https://inba.gob.mx/prensa/17605/la-muerte-golpea-en-lunes-poemario-de-maricarmen-velasco-aborda-el-tema-de-las-y-los-desaparecidos.

Muñoz, A. y Ramos, T. (2023) Tenbilal antsetik. Mujeres olvidadas, de Susi Bentzulul. Reseña a dos voces, recuperado de el 4 de noviembre del 2023, de https://www.carruajedepajaros.com.mx/tenbilal-antsetik-mujeres-olvidadas-de-susi-b entzulul-resena-a-dos-voces/.

Velasco, M. (2023). La muerte golpea en lunes. Fondo de Cultura Económica.

Semblanza

Mayté G. Cámara Yamá es Licenciada en Literatura Latinoamericana por la UADY, fue coordinadora del Congreso Interuniversitario de Estudios Literarios y Lingüísticos en su séptima edición (2022) y se ha desempeñado en las áreas de gestión cultural, promoción e investigación literaria. Sus áreas de investigación son la identidad nacional mexicana, la literatura escrita por mujeres latinoamericanas y el teatro yucateco.
Forma parte del colectivo Punto de Cruce desde el 2021 hasta el presente. Y actualidad es mediadora de lectura en el Programa Estatal de Lectura y Escritura (PELE) perteneciente a la Segey.