CAMPECHE, Cam., 11 de noviembre.- “Hoy en día vivimos en un mundo de apariencias y cuando se trata de Dios ponemos muchos pretextos o lo usamos a nuestra conveniencia; quien no vive el desprendimiento de los bienes temporales, vive lleno del propio yo y no puede amar”, manifestó durante la homilía dominical el Obispo de Campeche, Francisco González González.
Ante la imagen de la mártir Santa Filomena, muerta a causa de que no quiso entregar su virginidad, el Obispo González González dijo que en el Evangelio se presenta a Cristo como maestro y nos habla del desprendimiento que hemos de vivir, ya que dicho sacrificio tiene su recompensa.
“Cristo pide -dijo- que no seamos como nuestros antepasados, quienes querían ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y tener los primeros puestos en los banquetes, olvidándonos por completo de la misericordia de Dios”.
Monseñor González González subrayó que a las personas les cuesta trabajo desprenderse de lo material, dejando en segundo lugar las cosas de Dios y que es por ello que Jesucristo alaba a la viuda pobre y lamenta la falsedad de otros.
“El hombre puede dar lo que le sobra, pero pocos, como la viuda, ya que ésta dio lo que necesitaba y tenía a su alcance”, enfatizó el religioso en la misa dominical.
“Quien no vive el desprendimiento de los bienes temporales vive lleno del propio yo, y no puede amar. En tal estado del alma no hay espacio para los demás: ni compasión, ni misericordia, ni atención para con el prójimo”, expuso el Obispo de Campeche.
Abundó que los santos nos dan ejemplo, pues un hecho de la vida de San Pío X, cuando todavía era Obispo de Mantua, un comerciante escribió calumnias en contra del prelado y muchos amigos del religioso le recomendaron denunciar al difamador, pero el futuro Papa respondió: “Ese pobre hombre necesita más la oración que el castigo”. Entonces el cura se puso a rezar por su enemigo.
Finalmente, todos se enterarían que al comerciante le comenzó a ir mal, hasta quedar en bancarrota.
“Por eso hoy les digo, todo aquel que dé las cosas de corazón y no de sobra, será reconocido en el paraíso. Cuántas personas no vemos vestir elegantemente a la hora de salir, sin importarle la crisis que se vive o peor aún, vivir a costas de los demás sin importarles el daño que causan”, expuso el Obispo González González.
Concluyó afirmando que debemos alejarnos de las cosas mundanas que nos atan y reforzar nuestra fe, para poder alcanzar el reino de los cielos.
(José Salazar)