Campeche

Plan de Manejo para Tiburones y Rayas

Segunda y última parte

CAMPECHE, Cam., 3 de noviembre.- Con el Instituto Nacional de la Pesca (Inapesca) se revisa el Plan de Manejo para Tiburones y Rayas para su posterior publicación. En dicho documento se establecerán las medidas y lineamientos para regular estas pesquerías, declaró el investigador del Departamento de Aprovechamiento y Manejo de Recursos Acuáticos de la Unidad Campeche del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Juan Carlos Pérez Jiménez.

El plan no se referirá únicamente al aspecto de aprovechamiento sustentable de dichas especies, también tendrá como propósito incluir la investigación científica.

Al continuar la entrevista con el Diario de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía, Pérez Jiménez anunció que en el Plan de Manejo para Tiburones y Rayas “se establece que se necesita estimar las tasas de crecimiento de algunas especies que se desconoce con qué frecuencia crecen”.

Agregó que con otras especies se requiere información sobre la biología reproductiva y es necesario contar con modelos y estadísticas para saber las condiciones de las poblaciones, a qué edad maduran, cuál es su tasa de crecimiento, cuántas crías produce cada hembra y cuánto tiempo: cada año, cada medio año, cada dos años.

Además se debe contar con los datos de “cuántos individuos están extrayendo de la población, cuánta biomasa” y hacer el análisis para saber precisamente la frecuencia con la que se captura una especie en particular y si “es mucho más alta que la tasa de renovación de la misma población”.

Advirtió que en algunos casos, aún se desconoce la información sobre la biología que nos permita comprender mejor el estado de las poblaciones marinas, por lo que mientras el Inapesca trabaja en el Plan de Manejo, Ecosur hace investigación para conocer la biología reproductiva y entender la biología trófica.

Subrayó que la investigación sirve para entender la red trófica de las rayas y cuáles son las zonas de crianza, “la veda que actualmente se tiene del 15 de mayo al 15 de junio y todo agosto protege parcialmente el periodo reproductivo de algunas especies, indirectamente protege la captura de otros individuos que no son muy grandes”.

En el caso de los tiburones grandes su presencia es “más abundante en otros periodos del año; por ejemplo, el ‘xmoa’ o tiburón toro puede acercarse más a la costa, ser más abundante entre los meses de noviembre y marzo, y ahí no tenemos alguna información más que la restricción de uso de equipos de pesca o la captura para los que tienen permiso”.

El investigador agregó que para el caso del tiburón hay medidas y descartó que actualmente exista riesgo para una especie en particular. “No la percibo, pero al ser especies con tasas de renovación bajas, en algunas de ellas siempre está latente”, por lo que demanda que “se tiene que seguir la investigación”.

Lenta reproducción en tiburones

Planteó que un problema que se puede registrar en los tiburones de gran tamaño es que maduran a una edad muy tardía; son especies que crecen lento y maduran entre los 10 y 15 años, además de que producen pocas crías, por lo que son poblaciones que se renuevan lentamente.

Advirtió que “el problema es que la frecuencia con que se capturan es muchísima más alta que la frecuencia con que estas especies logran renovarse de manera natural y, en cambio, especies pequeñas como los cazones, que son de gran demanda en Campeche, son especies que crecen más rápido comparadas con los tiburones grandes”.

En las capturas de algunas especies como el tiburón toro o “xmoa” (su nombre maya) es muy frecuente, sin embargo algunos pescadores indican “que solía ser mucho más; desafortunadamente no tenemos suficiente información; a veces requerimos información histórica para ver los cambios que ha habido”.

El tiburón martillo

De las investigaciones realizadas, el Departamento de Aprovechamiento y Manejo de Recursos Acuáticos informó que el referente a la crianza ya finalizó, “de hecho estamos por publicar en una revista científica de Inglaterra, Journal is Biology, donde analizamos especímenes frente a la Laguna de Términos y San pedro en la costa de Tabasco”.

Planteó que esta región “es una zona de alta importancia para la conservación de estas especies; en particular entre junio y julio generalmente aparecen estos individuos recién nacidos de 40 a 45 centímetros, que permanecen ahí por alrededor de dos a tres meses, posiblemente, y se desplazan a otras zonas del Banco de Campeche”.

Relató que el banco es tan inmenso que les permite escalonarse en diferentes puntos; los individuos recién nacidos permanecen en Laguna de Términos y en San Pedro, en Tabasco, “pero posteriormente alrededor de los 10 meses ya aparecen individuos más grandes en zonas de plataforma, en zonas más alejadas de la costa”.

Añadió que también se les puede ver en las zonas de arrecifes y cayos, y los pescadores que se alejan mucho más de la costa suelen capturar individuos más grandes de un metro de largo y alrededor de un año de haber nacido.

Indicó que todos estos datos “nos pueden dar a entender si la veda con la que contamos en el Estado puede llegar a proteger a esos individuos en el momento en que nacen; la veda está entre el 15 de mayo y el 15 de junio y todo agosto”, por lo que consideró “que parcialmente permite la protección de estos individuos recién

nacidos y de individuos adultos”.

De 20 a 25 especies de tiburones

De los datos obtenidos detalló que tanto en Campeche como en Yucatán se ha descrito alrededor de 20 a 25 especies, entre las más abundantes son las especies de pequeños tiburones, cazones como el “tuxum”, que se puede observar entre mayo y junio en el muelle de San Román.

Además, el cazón “pech”, un tiburón martillo pequeño con una cabeza de pala, chatita, es también de los más pequeños entre los martillos, así como el “canhuay”, como se le denomina a otra especies de cazón.

El tiburón toro no se encuentra en todas las localidades, además de las cornudas que los pescadores les llaman cornuda blanca o cornuda prieta, porque son dos especies diferentes y muy grandes. Así como el jaquetón, aunque es una especie menos común, es entre las más abundante de la región y de la que se tiene registro.

Precisó que el “tuxum” llega a medir entre un metro y un metro 10 centímetros, ya que son especies muy pequeñas. El cazón “pech” lleva a medir entre metro y un metro 20 centímetros. El “canhuay” alcanza hasta el metro 50 centímetros, mientras que el tiburón toro alcanza los dos metros y medio.

De las cornudas, una de éstas llega a medir los tres metros a los tres metros y medio, mientras la cornuda gigante alcanza los cinco metros. Además advirtió que “no suelen verse estos individuos en las aguas locales o en las capturas de la pesca artesanal y es muy raro que haya individuos muy grandes, pero son las longitudes que alcanzan”.

Pesca y petróleo

De la denuncia expuesta por los camaroneros de que no se les permite capturar en la zona de plataformas cuando en dicha área se tiene potencial de pesca, manifestó que también es una queja de la pesca artesanal o de ribera.

“Los pescadores de Ciudad del Carmen, Isla Aguada y San Pedro, en Tabasco, sí nos han dicho el efecto que tiene en la pesca artesanal esta restricción, porque ellos consideran que en esas zonas hay una mayor agregación de estas especies”.

Y reconoció que “hay algunas especies, no sólo de tiburones y rayas, que buscan sitios naturales y pueden ser hasta troncos en el medio del océano y se agregan”, además de que los pescadores platican “que las plataformas pueden funcionar como sitios de agregación de algunas especies, no sólo de tiburones y rayas, sino incluso de algunos peces”.

Por ello, es atractivo acercarse a las plataformas a pescar, sin embargo “sí tienen problemas recurrentes porque llega la Marina y los saca de esa zona que está prohibida o llegan a retenerlos si son recurrentes en esa zona”, les decomisan equipo y embarcaciones.

Aunque dijo que “sí se sienten afectados”, para el biólogo esta región no es “necesariamente zona de mayor producción de las especies, lo que está ocurriendo simplemente es que las especies están yendo a agregar a ahí, como las especies de escamas”.

Dio a conocer que la relación entre la pesca de altura y la ribera también genera conflicto, ya que “les afecta el tema de arrastre camaronero, la red de arrastre, los arrastres les lleva en ocasiones sus equipos”.

Puntualizó que “no en todos los lugares, pero en la zona de Tabasco, en San Pedro, usan bastante lo que le llaman el palangre, que va fijo al fondo y en algunas ocasiones la red pesquera de un camaronero puede llevarse prácticamente todo el equipo de pesca de la ribereña”.

Sin flota de mediana altura

De la actividad pesquera expuso que la mayor parte de la captura es artesanal. “Anteriormente fue muy importante y había varios barcos, sobre todo en Yucatán; se consideraba que había una flota”, aunque de acuerdo con la revisión de documentos históricos había entre 30 y 50 barcos que se dedicaban temporalmente a la pesca del tiburón.

Actualmente, “no hay ninguna embarcación que se dedique todo el año a la pesca del tiburón” y, aunque eso puede ser un respiro para las especies, ya que antes se tenían barcos en Campeche, en Progreso y Dzilam de Bravo ahora debe haber menos de 10 que capturan el escualo.

Son contadas las embarcaciones que se dedican a esta pesquería y las que lo hacen llegan hasta la zona de Tabasco.

“Hubo hace unos 20 ó 30 años una cantidad de embarcaciones mayores que se dedicaban a la captura de tiburones”, ahorita sólo la ribereña o artesanal, aunque dijo que “no es tan ribereña porque las distancias que recorren algunas de las embarcaciones menores es altísima, estamos hablando hasta más de 100 kilómetros”.

Sin estudio de escama

De la exposición que hacen los pescadores, indicó que también algunas especies de escama ya no se capturan como antaño e incluso algunas hace años que no se ven; y aceptó que no tienen estudios sobre estas especies marinas.

“No nos hemos adentrado a estudiar especies de escama como el mero, pero precisamente en pláticas con pescadores, cuando hacemos las preguntas con el cuestionario para entender un poco los cambios históricos de los tiburones, sí nos han platicado de algunas otras especies, y el mero es una de ellas”, reveló.

“Sí nos hablaron que era una especie más común en la zona, tenían sus recaladores de pesca, había lugares comunes en el caso de los meros”, recordó.

Enumeró que otras especies como la sierra y el carito, “algunos años son muy malos, algunos años son prácticamente nulos”, aunque aseveró que “estas especies sí se ven más directamente afectadas por el cambio de temperatura” en el mar.

Describió que “generalmente cuando empiezan los primeros nortes fuertes y vienen asociados con los frentes fríos, es cuando empieza a recalar lo que es la sierra y el carito. Y en algunos años cuando haya menor intensidad de frentes, las especies no se acercan tanto y las capturas disminuyen.

“A veces tiene que ver que estas especies sí son más sensibles a los cambios de temperatura o se ven afectados de forma directa”, y concluyó al reconocer que “no nos hemos adentrado para entender qué ha pasado con estas especies de peces, como en el caso del mero”.

(Redacción / POR ESTO!)