CHAMPOTON, Campeche.- La lejanía con el vecino país de Guatemala no ha sido impedimento para que cientos de familias de Santo Domingo Kesté mantengan costumbres, tradiciones e incluso hábitos alimenticios.
En esta comunidad habitan descendientes de familias originarias de departamentos (estados) como Quiché, Petén y Huehuetenango, quienes no olvidan sus orígenes.
Aunque muchos habitantes del poblado son nacidos en suelo mexicano y la mayoría ya se naturalizaron, los vínculos con Guatemala se mantienen tan estrechos que existe una movilidad permanente de personas y mercancías de todo tipo.
Por los lazos familiares, las personas van y vienen desde algunos departamentos de Guatemala, vía el Estado de Chiapas, específicamente por la ciudad de Tapachula.
Y es que las personas mayores siguen prefiriendo diversos productos alimenticios y otros artículos que se elaboran y producen en el vecino país, de ahí que por la elevada demanda en la actualidad, además de la movilidad de las personas, también prevalece una relación comercial.
Por lo que respecta al culto religioso, muchas familias se han esforzado por fortalecer su fe católica al grado de hacerse fieles creyentes de la virgen de Guadalupe, cuyas celebraciones concluyeron hace unos días.
Cabe destacar que en gran medida las facilidades para la movilidad y mercancías se deben al apoyo permanente que tienen los habitantes de Santo Domingo Kesté por parte del Instituto Nacional de Migración (INM).
“Paraíso” del migrante
También merece la mención que pese al endurecimiento de las políticas migratorias en los Estados Unidos, el flujo migratorio de Centroamérica hacia el vecino país del Norte durante este mes ha incrementado, prueba de ello es el aumento de la presencia de indocumentados en esta ciudad.
Aunque difícilmente se les puede observar por el día debido a su temor de ser detenidos por las autoridades y entregados al INM para posteriormente ser deportados a sus países de origen, una gran cantidad de hondureños y salvadoreños usan la ciudad como punto de “abastecimiento” durante varios días, para luego continuar su viaje en busca del “sueño americano”.
Es por las noches cuando mayormente se muestran en los puntos de mayor concentración ciudadana, principalmente en las afueras de los supermercados donde piden ayuda para poder comprar alimentos y seguir su viaje.
De acuerdo a los indocumentados entrevistados, arriban a la ciudad de Champotón por no figurar en las rutas tradicionales y por consiguiente existen menos peligros y vigilancia de las autoridades.
En todos los casos detectados en esta ciudad, los indocumentados viajan por cuenta propia, es decir, no tienen “coyote” que los guíe a quien ya le hayan pagado, o bien, al cual tengan la responsabilidad de cubrir una determinada cantidad de dinero cuando lleguen a su destino.
Por otra parte, llama la atención la gran cantidad de parejas jóvenes, incluso con hijos que dejan sus países de origen en busca de un mejor futuro.
(Texto y fotos: Alejandro Landeros)