Jóvenes antorchistas continúan demostrando su fe y lealtad a la Virgen de Guadalupe, pues aseguran que pese que la economía no ha sido buena en los últimos meses, siguen fiel a su promesa de recorrer las carreteras y visitar las basílicas, aunque en esta ocasión a un grupo de adolescentes de apenas 16 a 19 años sólo les alcanzará para llegar hasta Villahermosa, pues no contaron con el recurso suficiente para ir hasta la Ciudad de México.
A su paso por Ciudad del Carmen, los jóvenes pararon a disfrutar de los alimentos que proporciona una empresa y la misma ciudadanía que lleva comida para todos los peregrinos que transitan en la ciudad.
Miles de feligreses, provenientes de diversos municipios de Quintana Roo y Yucatán, buscan la forma de llegar a Basílica para festejar y dar gracias a la Virgen de Guadalupe por los favores otorgados durante el último año.
Muchos de los jóvenes que emprenden esta manda lo hacen por pedir un milagro a la Virgen, desde la curación de una enfermedad, el regreso al buen camino del esposo o del hijo, hasta la petición de un muchacho que, dirigiéndose en bicicleta por las carreteras, llega a visitar las parroquias del país o en el caso de muchos a la basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
Sin embargo, para Carlos Dzib Canché no fue un año fácil, pues la economía en su pueblo natal Peto ha sido dura, por ello este año sólo logró juntar pocos recursos para aventurarse en su promesa de llegar hasta la Ciudad de México, por ello sólo lo haría hasta Villahermosa y de ahí regresarse a su lugar de origen.
Lamentablemente a veces se complica su situación y en el camino sufren algunos detalles, pues al pasar por Ciudad del Carmen la recamara de su bicicleta se reventó, debido a los fuertes calores que están haciendo en el camino, por lo que esperarían a otro grupo de peregrinos que lo apoyará con una recamara de repuesto.
Cabe mencionar que en Carmen ya se han colocado varios puntos de alimentación para los peregrinos, esto con la finalidad de apoyar a todas estas personas que van recorriendo las carreteras, ya sea corriendo, caminando o en bicicleta, pero que su fe los hace avanzar cargando sólo con lo más básico.
(Texto y fotos: Ignacio Morales)