Como cada año, comerciantes carmelitas y foráneos se surten de productos decorativos para estas fiestas decembrinas, tal es el caso de un vendedor de Puebla que llegó a Carmen para ganarse la vida vendiendo Santa Claus móviles, aunque las expectativas son bajas por la baja economía.
“Apenas llegamos hace unos días, nos ponemos en diversos puntos de la ciudad, traemos estos Santas que se mueven, con diferentes precios, lamentablemente la gente ha comprado muy poco, porque en varias ocasiones sólo preguntan y se van”, declaró el señor José.
El entrevistado expuso que hay precios de 200 y hasta 300 pesos para los diferentes adornos que maneja, estos productos le llaman la atención a los niños, o los adultos los usan más que nada para decorar en sus salas.
“Estaremos más días por acá, pero no tenemos tan buena expectativa, nosotros nos dedicamos a visitar diferentes estados del país, conforme vamos viendo qué tal la economía, pero no tenemos grandes ganancias”, aseguró el comerciante.
Mencionó que uno de los problemas a los que se enfrentan como foráneos, es al momento de solicitar los permisos de venta, pues quieren cobrarles mucho impuesto por estar en un reducido espacio y de forma transitoria, cuando ellos perciben de ganancia a lo mucho 15 pesos.
“Nos ha tocado que nos quitan nuestros productos, y eso sí es injusto, pues nos las pasamos en el sol tratando de sacar ganancia para nuestras familias, sabemos que la situación económica no es buena, y pues tampoco para nosotros lo es”, argumentó.
La lente de POR ESTO! captó los momentos en que habitantes se acercaban a preguntar precios, dejando en el vendedor la esperanza de que le regresen a comprar un adorno navideño, para tener alguna ganancia.
“Seguiremos a la expectativa, y damos lo más barato que se puede, no productos caros, y esperamos que nos vaya bien mientras andemos por acá”, finalizó.
Es común que los ambulantes de fuera recorran distintos camellones de la ciudad, aguantando el sol implacable, mientras dejan sus productos a la intemperie, con riesgo de que se los quiten, por ello, requieren apoyo para poder seguir ganándose la vida con su venta.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Carlos Valdemar)