CAMPECHE, Cam., 4 de septiembre.- Comerciantes de pulpo conocidas como las “pulperitas”, esposas de pescadores de ribera, confirmaron que siguen vendiendo productos de menor talla con conocimiento de las autoridades y que los principales responsables son los “coyotes” o intermediarios.
Las comerciantes, ubicadas sobre la avenida Costera y parte de la Gustavo Díaz Ordaz, confirmaron que también se ven afectadas por dichas acusaciones, ya que les continúan dejando los especímenes de pulpo de menor talla porque los pulpos grandes y otras especies ilegales son exportados a la Unión Europea.
Cabe señalar que de las 20 comerciantes asentadas sobre las avenidas mencionadas, 18 ya no hacen ningún trato con los pescadores, esto al explicar que son pocos los permisionarios que se arriesgan a salir a la mar para capturar el producto, pues los “coyotes” y acaparadores financian todos los días gastos de gasolina e insumos y estos mismos son los que venden el producto que mejor les parezcan a las pulperitas.
Lamentaron que el producto que les ofrecen los “coyotes” es el de menor calidad y lo restante de la captura del día, pues la de mejor calidad está apartado para quienes se dedican a la exportación del molusco, quienes pagan de 100 a 120 pesos por kilo y ellas de 70 hasta 80 pesos, a sabiendas de que la medida del ejemplar determina su costo, pues se comercializa el producto marino desde los 50 hasta los 110 pesos.
Continúa baja venta de pulperitas
Posteriormente declararon que sus ventas se han ido a la baja desde el inicio de la temporada, ya que las personas ven demasiado caro pagar de 60 a 70 pesos por una pieza del molusco, lo cual lamentan, situación por la cual comentaron les resultaría imposible disminuir los precios, pues se invierte cierta cantidad de dinero en la preparación del pulpo cocido.
“La gente ya no quiere pagar el valor del pulpo sancochado a pesar del costo extra como la luz, el gas, el aporreo y destripamiento de cada uno de los ejemplares que preparamos para tener prácticamente listo el alimento”, comentaron.
De igual forma señalaron que las bajas ventas y el producto que les ofrecen los “coyotes” no es el único problema, pues también deben realizar pagos extras de permisos y las revisiones de la Comisión para la Prevención contra Riesgos Sanitarios de Campeche (Copriscam) en cuanto al manejo y venta del producto al público, por lo cual deben seguir las medidas de higiene para evitar no se clausuradas.
Finalmente señalaron que aunque el Ayuntamiento e Campeche ha mantenido su distancia y no han inspeccionado a quienes ya realizaron su pago de permiso de venta, superior a los 580 pesos, están en espera de algún supervisor para reclamar que cuando menos se les debió entregar un lugar limpio y podado, pues los terrenos baldíos que tienen cerca podrían afectar al producto severamente.
(David Vázquez)