Ausencia de bañistas se ha repetido durante los últimos periodos vacacionales y el abandono del lugar es más que evidente ante la falta de ingresos / Area podría ser absorbida como parte de la zona destinada a actividades industriales
Es sábado y mediodía y al antes populoso balneario popular Payucán solamente han acudido unas ocho o nueve familias, en su mayoría provenientes de la capital de Campeche, nivel de operación que difícilmente puede generar ingresos para mantener en buen estado el servicio de baños y regaderas.
Negándose a reconocer que desde hace ya varios años los bañistas locales y foráneos han perdido el interés por el lugar, a quienes se les tiene concesionado el aprovechamiento por la renta de palapas y otros servicios aseguran que “la gente no llegó este fin de semana, porque había Norte”.
Sin embargo, la ausencia de bañistas se ha repetido por lo menos durante los últimos periodos vacacionales y el abandono del lugar es más que evidente, pues ante la falta de ingresos, los prestadores de servicios no se han esmerado en reparar palapas y en ofrecer un buen servicio de regaderas.
Mediante un acuerdo con la Administración Portuaria Integral (API), un grupo de seybanos participa en los ingresos que genera este popular balnerario, ubicado en una zona que de acuerdo con los planes de desarrollo gubernamental quedó apresado en un área destinada a las actividades marítimas e industriales.
Habitantes del lugar aseguran que las obras viales que se realizan en Seybaplaya para mejorar la vialidad y conectividad entre el Puerto de Altura y Cabotaje y la Autopista Champotón-Campeche, han desalentado el arribo de visitantes, aunque también reconocen que “sí de por sí la zona era muy pedregosa, con la construcción del puerto de altura, también fue afectada una importante extensión de playas consideradas como sitio de anidación de la tortuga marina”.
Error del nuevo gobierno
Se afirma que con la intención de procurar afluencia de visitantes e ingresos, el gobierno que encabeza el morenista Diego Palomo Ku, durante las últimas vacaciones de Semana Santa, convirtió el balneario Payucán en un sitio donde, más que propiciar la convivencia familias, se propició el consumo inmoderado de alcohol y otras prácticas nocivas.
Durante los bailes nocturnos organizados por el Gobierno Municipal durante las pasadas festividades de la Semana Mayor, corrieron cantidades industriales de alcohol y, como consecuencia, se obtuvo un lamentable saldo rojo.
Por si fuera poco, el balneario Payucán, sitio tan popular entre los campechanos, corre el riesgo de simplemente ser absorbido como parte de las áreas destinadas a actividades industriales.
(Joaquín Vargas)