Campeche

Viva tradición de los pibipollos

TENABO, Cam., 1 de noviembre.– Centenares de familias mantienen viva la tradición de elaborar los tradicionales pibipollos, colocar altares y orar para dar en ofrenda a sus Fieles Difuntos adultos, actividad que resalta la tradición del Día de Muertos y refuerza los lazos familiares, ya que es una rica labor con todos los integrantes de las familias.

Este viernes se celebró el Día de los Fieles Difuntos adultos, por lo que los habitantes del municipio realizaron los tradicionales pibipollos horneados bajo tierra, instalaron altares colocándoles todos los gustos del o los difuntos, donde algunas familias que mantienen la tradición vigente fueron: Velázquez-Collí, Collí-Cauich, Collí-López y Collí-Cortés los cuales elaboraron 11 pibipollos entre todos, mientras que la familia Ek-Huchín prepararon 18 pibes y la Matus-Mena se discutieron con 9.

Esta tradición de elaborar los pibipollos por parte de las familias tenabeñas se mantiene vigente, es una labor que se lleva a cabo con todos los integrantes de las familias, en donde mujeres y hombres se coordinan para el proceso de elaboración del rico manjar maya.

Las mujeres en su gran mayoría son las encargadas de llevar el nixtamal al molino para la obtención de la masa, de igual manera se encargan comprar y preparar los insumos como la carne de pollo, puerco, recado rojo, cilantro, tomates, cebollas, pimienta, sal, manteca, es de mencionar que todos estos insumos son cocidos para la obtención del col que será lo que estarán dentro de los pibipollos, además se compra Frijol de xpelón.

Por su parte los pibes de xpelón son revueltos en la masa con puerco, estos pibipollos son envueltos con hojas de plátano previamente tostados, amarrados con cintas obtenidas del henequén tostado o el centro de la hoja del plátano.

Los hombres son los encargados de la excavación del hueco, corte de leña y ramas del pixoy, así búsqueda de piedras redondas de mediano tamaño que serán las encargadas de hornear los pibipollos, de igual manera la labor de los hombres es la de enterrar y sacar los pibipollos.

Los manjares son puestos en el horno y antes de taparlas y enterrarlos se le hecha una pizca de sal como secreto para su cocción, posteriormente es cubierta con las ramas del pixoy y enterradas con tierra evitando que el calor salga, los pibipollos estarán bajo tierra por alrededor de una hora y media a dos horas, dependiendo de la intensidad del calor en el horno, el modo de colocación de los pibipollos en el horno es de la siguiente manera: los de pollo van en el centro que es el lugar más caliente del horno y en los costados van los pibes de frijol, estos son cocidos por las piedras que se calientan.

Al paso del tiempo estimado, los pibes son desenterrados y sacados para que de manera inmediata colocar en el altar los pibipollos más grandes para los Fieles Difuntos, a quienes además se le coloca en el altar flores, velas, veladoras, comidas, frutas, incienso, cigarros, cerveza de acuerdo al gusto del finado, refrescos, chocolate, agua, también se les hacen rezos para los familiares difuntos y para todas las almas.

Al término del rezo, toda la familia se dispone a comer lo elaborado y lo expuesto en el altar, esta tradición de la elaboración de los pibipollos y rezos para sus seres queridos difuntos es una acción que une a las familias, de esta manera la tradición se mantiene vigente entre las familias de la ciudad.

(Javier Pool)