El Movimiento Alterno para la Recuperación de Ecosistemas Afectados (Marea-Azul) no está en contra del desarrollo y el progreso del municipio de Carmen, sino en contra de la destrucción de los ecosistemas que sustentan la vida porque eso no es negocio, y si lo es, es para unos cuantos y a determinado plazo, mientras que los ecosistemas se vienen abajo de forma ligera; pero Marea Azul va estar pendiente a que se cumplan las normas ambientales que son muy buenas en nuestros País, sólo que se quedan en el papel y en la corrupción que ha existido por siempre en todas las dependencias gubernamentales, declaró Marco Antonio Rodríguez Vadillo, fundador de Marea-Azul.
Esto al referirse a la obra de construcción que pretende realizar la empresa Global Property Service Gruop, entre el kilómetro 62 y 74 de Sabancuy, dentro del Area Natural Protegida Flora y Fauna Laguna de Términos (ANPFFLT), en “El Nuevo Tulum”, como le llaman los del desarrollo inmobiliario y que han estado promoviendo la venta de lotes a precio de dólares, el cual se presenta como un Centro Interpretativo y Ecoturismo de Conservación de Tortugas Marinas, proyecto denominado Playa Mundo Maya “Ah Kanan”, donde se corre el riesgo de pérdida de dunas de arena que son barreras de protección al ecosistema.
Al respecto el ambientalista Rodríguez Badillo dijo que los desarrollos de los municipios y estados, son bienvenidos siempre y cuando se respete la naturaleza, pues esta agrupación no está en contra del desarrollo y el progreso, sino que está en contra de que la apariencia de un desarrollo destruya los ecosistemas.
“Nosotros desde hace mucho tiempo hemos estado sosteniendo que debemos de cambiar de producir sin destruir, por ejemplo si ese mobiliario produce trabajo, salarios y economía pero al mismo tiempo destruye, esto ya no es sustentable, ya no es rentable aunque aparentemente durante los diez o 15 años sea rentable, pues posteriormente viene a la baja, viene la destrucción y con todo el problema que genera a la zona”, agregó.
Industria nociva
Dijo que de qué sirve que haya existido abundancia de petróleo si cada uno de los ecosistemas y poblaciones están más deterioradas y más pobres, lo que sucede con la industria petrolera sucede con todas industrias.
“La necesidad imperiosa que tenemos actualmente es una amenaza y si vamos a producir destruyendo en vez de producir conservado los recursos naturales, entonces no es negocio para nadie, sólo para tres o cinco propietarios, porque mientras se enriquecen destruyen lo que sustenta la vida y provocan pobreza en las comunidades aledañas”, señaló.
Dijo que eso pasa con los grandes consorcios, con la industrias del cultivo del camarón, con la palma de aceite, con la caña de azúcar, con los monocultivos forestales, con todos esos grandes programas que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han visto en todo el País, en Africa, en América Central y que vienen anunciando desarrollos, pero sólo han ocasionado destrucciones a los ecosistemas naturales, pues a la vuelta de 15 a 20 años la pobreza es indignante porque es una pobreza extrema.
“Por donde pasaron esos grandes capitales y se fueron, dejaron destrucción de los ecosistemas, no hay aves, no hay peces y eso es lo que no queremos que pase en nuestra región, las empresas de desarrollos inmobiliarios son bienvenidos, siempre y cuando no destruyan nuestro ecosistema, ahí vamos a estar muy pendientes a que se cumplan las normas ambientales que son muy buenas en nuestro País, sólo que se quedan en el papel y en la corrupción que ha existido por siempre en todas las dependencias gubernamentales”, concluyó.
(Texto: Fernando Kantún /
Fotos: F. Kantún / POR ESTO!)