Las denuncias anónimas de personal de la presidencia de la Junta Municipal de Sabancuy señalan a la presidenta Angélica Patricia Herrera Canul como déspota, prepotente y junto con los conflictos de intereses de su esposo, el ex diputado federal priísta Fernando Enrique Razo Santiago.
Durante su campaña, Herrera Canul le prometió a los sabancuyeros la municipalización que jamás llegó, ya que no contó con la aprobación de los diputados en el Congreso del Estado, por si fuera poco, la flamante seguidora de “Alito”, al igual que su maestro, acosa a los empleados y ciudadanos que no concuerdan con sus retorcidas y retrogradas ideas.
Falsa promesa
La municipalización de Sabancuy, promesa priísta que fue izada por la ahora alcaldesa con orgullo, mientras caminaba con “Alito” en la campaña, solo fue una vil mentira para ganar votos, tal como ocurrió con la mayoría de las “mega-maquetas” de Alejandro Moreno Cárdenas. La intención del ex Gobernador de Campeche y Angélica Patricia era ‘desmembrar’ Carmen, municipio que siempre mostró su rechazo al ahora dirigente nacional del tricolor.
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de un tiempo para acá, Herrera Canul ha estado relegada, principalmente por pleitista y no alinearse a lo que le dicta su nueva dirigencia en Carmen.
Luego de un escándalo protagonizado por Angélica a principios de año, cuando no seleccionaron a Sabancuy para ser municipio, el PRI en el Estado también la hizo a un lado.
El video en mención que ella misma se grabó, donde se le observó gritando y criticando sin ningún tipo de civilidad, fue suficiente para que la elite priísta campechana marcara su distancia con ella.
Ex tesorera
En octubre de este año, la ex tesorera Ruddy Díaz Pérez denunció a Herrera Canul de difamación y daño moral, por lo que emprendió acciones legales en su contra.
En una rueda de prensa en Carmen el día 22 de ese mes, hizo señalamientos de la mala administración de los recursos y malos manejos del dinero que ingresa a las arcas.
Expresó que nadie hace nada en contra de la alcaldesa, quien no sólo es prepotente, sino que además, humilla a los empleados.
Somos 25 trabajadores que hemos renunciado por malos tratos y daño moral por parte de esta señora que hoy funge como Presidenta Municipal de Sabancuy, expresó la ex tesorera.
“En su momento le brindamos nuestro apoyo, porque creíamos que podían mejorar las cosas, pero lamentablemente no es así, uno tiene dignidad, pero no podemos permitir que pasen estas cosas en nuestro pueblo”.
Por ese motivo renuncié a mi cargo, entonces ella empezó a decir que yo le robé, durante seis meses me estuvo difamando, caí en depresión, pero no hablé hasta esperar los resultados de la auditoría, la cual hace 2 días salió y me dicen que todo estuvo bien y que no me robé nada, por ese motivo procederé en contra de esta persona, señaló.
Malos manejos
La prepotencia de la alcaldesa -recibida con protestas ayer por la tarde en su Primer Informe de Actividades- también se vio reflejada en los empleados que han sido despedidos o han renunciado porque son víctimas de acoso y difamaciones, algunos como la ex tesorera fueron testigos de cosas “chuecas” y pagos a empresas con dudosa procedencia.
La entrevistada ese día narró sobre el pago de millones que le hicieron a la empresa Grupo Nápoles por la contratación de Merenglass.
Se contrató un escenario, tres carros alegóricos, todo a nombre de una sola empresa, “Grupo Nápoles”, yo registré la empresa en SAT y si dónde está muy bien, pero se supone que “Merenglass” tiene su RFC y por qué todo se pagó a “Grupo Nápoles”, además cuando le hice el señalamiento se molestó y me dijo que yo sólo pagara.
Trafico de influencias
Fernando Enrique Razo Santiago, ex diputado federal priísta y esposo de Herrera Canul, encontró cabida en obras públicas, él usa la maquinaria de la Junta para ejecutar obras, subcontratado por empresas de amigos que reciben los contratos.
Con su empresa Construcciones Proyectos e Ingeniería del Sureste S.A. de C.V., en el sexenio de “Alito”, Razo Santiago signó tres contratos: SEDUOPI/SSC/010/2018, por 1 millón 733 mil 323 pesos; SEDUOPI/SSC/023/2018, por 1 millón 319 mil 706 pesos; y IO-904012996-E117-2018, por 2 millones 805 mil 188 pesos. Y fue subcontratado en casi todas las obras del sureste por las constructoras de amigos suyos.
(Texto y fotos: Redacción /
POR ESTO!)