Campeche

La planta recicladora de plásticos y PET que donó Petróleos Mexicanos hace 3 años continú0a sin operar, debido a que esta planta no está dentro de las prioridades de las autoridades municipales.

La responsabilidad de esta planta recicladora fue otorgada al director de Servicios Públicos Salvador Palmer y la directora de Medio Ambiente y Aprovechamiento Sustentable, Gloria del Carmen Gutiérrez Ocampo, donde hasta la fecha no han hecho nada.

“Sigue sin ponerse en operación, hemos continuado insistiendo con las autoridades municipales, específicamente con la directora de Medio Ambiente, y con Servicios Públicos, y que nos digan inclusive en qué podemos ayudarlos, pero no hemos tenido respuesta al respecto”, aseguró Sabino Cazares Echeverría, coordinador general de “Carmen Orgullosamente Limpia”.

Señaló que inclusive han cambiado hasta de estrategia y que sea dirigido hacia la iniciativa privada, para que detonen la puesta en operación y se forme un patronato, en donde intervenga la sociedad, el municipio y la iniciativa privada, buscando garantizar el destino final de los residuos sólidos.

Cabe señalar que si se le diera el uso adecuado a esta planta recicladora de PET, este sería un medio que garantizaría la sustentabilidad y disminución de residuos plásticos en el municipio.

“No tiene caso seguir haciendo jornadas de limpieza, si al final de cuenta no garantizamos que el plástico tenga una disposición final correcta, lo único que estamos haciendo es cambiar de lugar la basura, el objetivo de que cuando se donó esa máquina procesadora de PET el objetivo era buscar una solución al problema de la contaminación”, destacó.

También a través de esta planta se pensó para el problema de la vivienda, ya que esta máquina se pensó en apuntalar el apoyo con placas que funcionaran como material de construcción.

Sin embargo, hasta la fecha no ha habido respuesta por parte de las autoridades municipales, la máquina sigue sin funcionar, por lo tanto ambientalistas continuarán tocando puertas, ya que son más de 2 millones de pesos arrumbados.

(Texto y fotos: Irene Barradas)