Mediante un concepto aparentemente posapocalíptico y multicultural, se presentó “Zaikocirco” de la compañía Luna Morena, la cual busca a través de la música y los acciones animar a las espectadores para que aplaudan, vivan el momento y compartan el encuentro de instrumentos y cuerpos arremolinados en esas melodías.
Ante decenas de campechanos, visitantes nacionales y extranjeros, los músicos, teatreros y marionetistas dieron guiños de géneros como el jazz, el funk o hasta la polka, para comunicar que a pesar del caos, la tormenta, siempre habrá momento para festejar la vida, el reencuentro y la alegría que se atisba en la música.
Zaikocirco comenzó en 2004 bajo la iniciativa y dirección de Miguel Ángel Gutiérrez, a esta mente creativa se sumó la perspectiva sonora de Saúl Ledesma, productor, músico y cantante tapatío integrante de la banda Radaid.
Zaikocirco, cuyo nombre es una deformación de la palabra psycho, representa imágenes de un circo fantástico, callejero; una especie de fenómenos visuales que bailan al son de sonidos ancestrales en busca del infinito perdido.
Si bien Zaikocirco inició como una interacción armónica entre el teatro de títeres, acrobacia, y música; el proyecto se encuentra en una evolución como banda, que ha pasado de fungir como acompañamiento en puestas en escena hasta alcanzar un lugar independiente en el ámbito musical.
Durante casi hora y media, en el parque principal, los espectadores pudieron disfrutar de música animada y actores arriba de zancos, así como de supuestas marionetas, las cuales los incitaban a que aplaudieran y mantuvieran el ritmo de las canciones que entonaban a través de instrumentos de aire y percusiones.
Los diversos instrumentos fueron acompañados de una supuesta lengua, en la cual podría ser que yacen todas para que al arribo en diferentes de los lugares del mundo que llegue el circo, pueda ser entendido por los observadores.
Las personas que atendieron todas las acciones del grupo, los tonos y armonías, aplaudieron cada movimiento, gesto y esfuerzo que hicieron los músicos y actores para conmover sus corazones y sonrisas.
(David Burelo)