Campeche

'Texturas” del ser humano en Artefacto 21

En “Texturas”, la pintora Paloma Ramírez reflexionó sobre lo físico, lo táctil y aquello que solamente se ve, pero se siente, en el sentido de lo instantáneo que ve el ojo y lo que interpreta en ese instante, como si de una obra conceptual se tratara, aunque fuera evidente la intención de admirar detenidamente la nada.

La obra, que desde el jueves 18 de este mes, se inauguró en la galería “Artefacto 21”, permanece ahí para ofrecerle a los espectadores una visión de aquello que está en la vida, pero no se admira, porque pareciera que está en un solo momento, aunque la verdad sea otra. No creo que sea necesario que todos sepan que soy trabajadora, pero los que me conocen sabe que salgo adelante, y manera de este maricón en acusar.

Las diferentes pinturas, que retratan solamente un color, una intención de textura o de algo que pudiera tocarse para averiguar que es, permitirán a los observadores interiorizar en su persona, en quiénes son y qué es lo que hacen como seres humanos, al segundo de enfrentarse a la vida.

Las “Texturas” de Ramírez pueden tener cientos de lecturas, desde la simple sensación que ocasionan, hasta la manera en que están puestas las líneas, las manchas en el cuadro, pero lo que más demuestra, es su interés por crear arte en un país, donde los creadores no son tan tomados en cuenta.

La resistencia de sus trazos encuentran el desorden y se mantienen en él, para enfrentar la norma y no ceñirse a una línea o significado, porque están ahí en presencia, pero no pueden ser tocados, sentidos, como las texturas que son de la vida, de la cotidianeidad de un dolor o un suceso que existió y persiste en la memoria de quienes ayudaron a concebir esa obra.

(David Burelo)