En el ruido y festejo que puede significar la calle 59, se realizó el flahsmob “Ópera”, en el cual artistas campechanos lucieron sus mejores atributos, al interrumpir la cotidianidad de las personas y hacerles atractiva este estilo musical, poco escuchado.
En lo que respecta a este reportero, parte de lo que debe hacer el arte es romper con lo cotidiano, sacar del orden, causar cosas en las personas y eso es lo que logran los flashmobs, performances o interpretaciones escénicas que rompan la cuarta pared, por lo que, lo realizado por los cantantes durante este sábado pasado, significó un quiebre al orden de lo que normalmente sucede en la calle turística.
En el marco del Festival Internacional del Centro Histórico (FICH), el pianista, el contrabajista y los cantantes entretuvieron por algunos minutos a los consumidores de aquella vialidad concurrida, para que entre su divertimento, vivieran un acto efusivo con el cual pudieran apreciar un poco de ópera, género que durante varios años ha sido menospreciado o poco escuchado.
El ruido urbano de la ciudad, fue silenciado por unos instantes, para que el sonido fuera ocupado por las voces melódicas y estas dieran un mensaje de introspección, en el cual las personas no deben olvidarse de la cultura que los permea diariamente sobre la vida y pasa desapercibida por el golpeteo de lo mediático.
La música resonó en el medio de las dos puertas que definieron la entrada del Campeche colonial, los espectadores pendientes de las acciones de los músicos, dado que no quería perderse nada de lo que pudieran hacer en la calle, la cual convirtieron en su escenario y en el que se desenvolvieron amenamente, más cuando aprovecharon las casas coloniales para representar escenas dramáticas.
Al paso de los minutos, los observadores aplaudieron hasta al cansancio, se acercaron a los artistas para saludarlos o aprovecharon el momento para tomarse la foto, porque el quiebre en la norma ya establecida, fue bien realizada y ellos querían aprovechar el evento cultural para formar parte de él y no dejarlo pasar.
(David Burelo)