Campeche

CAMPECHE, Cam., 22 de febrero.- El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, arribará a Candelaria la mañana de este sábado para poner en marcha el programa “Créditos a la palabra” para el sector agropecuario; sin embargo, el panorama que le están pintando sus adversarios políticos es que en Campeche hay inconformidad.

En lo que será la segunda gira presidencial de López Obrador por Campeche, están programados eventos en Candelaria y Escárcega, donde hará entrega de créditos a la palabra a ganaderos. Los horarios fijados para los eventos son las 10:00 y 12:30 horas, respectivamente.

Sin embargo, para incomodar al político tabasqueño, se sabe que se ha movilizado a los residuos de grupos como la Confederación Nacional Campesina (CNC) y sindicatos afines al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Por tal razón, no se descarta que el Gobernador del Estado, Alejandro Moreno Cárdenas -de quien se espera deje el cargo el próximo mes de marzo y quien dijo iba a educar a AMLO-, haya operado para incomodar al Presidente de México durante su visita presidencial al Estado.

Sin embargo, la mayoría de los campechanos sabe que el clima de crisis política, social y económica es culpa del desgobernador Alejandro Moreno Cárdenas, quien ha dilapidado el dinero de los campechanos en obras inútiles y de relumbrón, así como en el pago de propaganda política, pues se estima que durante la primer parte de su gobierno pagó a medios de comunicación por lo menos mil 610 millones de pesos.

Los campechanos ahora se dan cuenta que todo aquello que prometió a los campechanos hacer para que la entidad creciera en grande no fue más que parte de una estrategia de escape a su responsabilidad como gobernador para irse a dirigir el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Crisis política

Por sus aspiraciones de gobernar a nivel nacional, aunque sea desde el partido en el que milita, es que desatendió los sectores que en diversas ocasiones POR ESTO! ha señalado, porque la gente se ha acercado o se ha escuchado a la gente de la difícil situación por la que están pasando por la inseguridad, el desempleo, la pobreza, entre otros rubros que se recrudecen más y más cada día.

La inseguridad se superpone a la canción de cuna “Campeche es el Estado más seguro”, con lo que pretenden adormecer a la sociedad, cuando ésta es la que se mantiene alerta todos los días para evitar que alguna persona entre a sus casas a robar aquello que les costó conseguir o que al transitar por la vía pública, un motociclista se acerque y te quite la bolsa con tus pertenencias.

De igual forma, el sector salud, que por las deficiencias y el nulo interés de “Alito” de trabajar en ello, es que el Gobierno de México optó por atender ese ámbito desde lo federal. En éste, los campechanos llegaban a los hospitales y el personal les informaba que con no contaban con las medicinas o que el clima, para evitar el aumento de infecciones, no funcionaba, o el aumento en los costos de los servicios que deberían ser gratuitos.

También, un estado en el que casi el 80 por ciento de los campechanos se encuentra en situación de pobreza y sólo el 30 por ciento cuenta con los servicios necesarios que establece la Constitución Mexicana.

De esos y otros sectores son los que el titular del Ejecutivo estatal ha descuidado con la intención de demostrar que él tiene el control de la entidad y, por ello, se interesa más en hacer “megaobras” que no traen un beneficio directo a los ciudadanos, sino sólo al sector turístico o al bolsillo de los funcionarios que reciben su parte por incentivar la llegada de turistas al Estado.

No solo ahí se quedan las pretensiones de “Alito”, sino que llegan a niveles ya conocidos, como cuando culpó a López Obrador de asesinar a su propio hermano o de cuando dijo que él lo enseñaría a gobernar. Algo así pasa hoy en día, pero animando a militantes priistas a levantarse en contra de las acciones del Gobierno de México.

Desde que el Gobierno de México entró en funciones, los integrantes de diversos grupos pertenecientes al Revolucionario Institucional, en la entidad, han mantenido constantes manifestaciones o muestras de enojo por la austeridad republicana.

Esta austeridad que busca recortar los recursos para evitar actos de corrupción y redirigirlos a sectores donde son necesarios es la que enojó a los militantes del tricolor que durante 80 años pudieron sustraer dinero a diestra y siniestra, sin alguna autoridad que limitara esas acciones.

Tal es el caso de las estancias infantiles, que si bien nacieron en la administración panista de Felipe Calderón Hinojosa, se vio un aumento de éstas en el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien sin discreción otorgó permisos a personas y espacios que no presentaban las condiciones adecuadas para atender a menores de edad.

Los tricolores no se quedaron callados y mediante una representante de las estancias infantiles se han manifestado en las instalaciones de la Secretaría de Gobernación y su titular, Katia Meave Ferniza, con la intención de que regresen los altos recursos a estos espacios para que las o los encargados puedan hacerse de mucho dinero sin considerar la compra de comida en buen estado o el pago adecuado a las prestadoras de los servicios a los infantes.

También los campesinos de diversas zonas, que forman parte de la Confederación Nacional Campesina (CNC, acompañados de sus líderes, han llegado al mismo espacio geográfico o a las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) para exigir que se apliquen las mismas reglas de entrega del dinero para el campo.

En las administraciones pasadas, mucho de ese dinero se entregaba a los líderes y estos cobraban su cuota o no hacían llegar el recurso a los hombres del campo, en ocasiones inventaban campesinos para obtener más recursos que terminaban en varios bolsillos, pero no en quienes en realidad los necesitaban.

Sindicalizados como “Corazón Valiente” que solicitan el aumento que prometió el gobierno federal, desde las arcas del municipio, sin tomar en cuenta que están siendo usados por Alejandro Moreno Cárdenas para motivar el enfrentamiento entre los dos poderes políticos que tienen fuertes aspiraciones a futuro.

(Amaury Burelo)