Campeche

Otra alerta de ecocidio

Ejidatarios de Hampolol, Bethania y Chemblás piden al Gobierno Federal inspeccionar la Granja Acuícola Romellón, del titular de Canainpesca, a la que acusan de trastocar la dinámica hidrológica en esta microrregión / Este lugar es el Kinchil campechano, acusan

CAMPECHE, Cam., 24 de febrero.- Desde hace cuatro años aproximadamente, los ejidatarios de Chemblás, Bethania y Hampopol comenzaron a ver drásticos cambios en sus predios. De pronto, los zacatales naturales que crecían durante la temporada de sequía desaparecieron y en su lugar comenzaron a florecer especies consideradas hierba mala, “que ni siquiera sirven para que las coman los borregos o las vacas”.

Los pobladores de la zona lanzaron una vez más la voz de alerta, pues consideran que posiblemente se esté repitiendo en la Junta Municipal de Hampolol una situación similar a la de Kinchil, Yucatán, donde una granja de cerdos causó daños a la selva baja y los acuíferos, al verter sus aguas contaminadas al medio ambiente.

Los ejidatarios y pequeños propietarios de esta región se dedican a la cría de especies menores (borregos, chivos y aves de corral), así como al cultivo de hortalizas. Asimismo, durante la temporada de sequía disponían de un ingreso marginal mediante la venta del zacate que crecía en el lecho de lagunetas y riachuelos, cuando éstos se desecaban.

Hoy son muchos los propietarios que ya no disponen de los magros ingresos por la venta de zacate, asimismo, todo lo que siembran muere o no se desarrolla.

“No estamos en contra de los empresarios, tampoco estamos en contra del Gobierno. Lo que queremos es que se hagan bien las cosas. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) dice que no pasa nada, pero la verdad es que el medio ambiente ya fue bastante modificado y se sufrirá las consecuencias”, declaró a POR ESTO! uno de los ejidatarios de Bethania, quien responsabiliza a la acuacultura de la catástrofe ecológica que tiene lugar en este municipio.

Surgida como parte del proyecto de reconversión pesquera, las últimas administraciones federales y estatales han incentivado la acuacultura, razón por la que hace seis años, aproximadamente, fue instalada la granja de Bethania, Puertas Cuatas, del empresario Francisco Romellón Herrera.

Ecología trastocada

Los ejidatarios –quienes temen ser reprimidos- están seguros de sus afirmaciones y pretenden que alguna autoridad reconozca que el agua que desecha la granja acuícola del presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (Canainpesca) ya modificó el entorno y que el ecosistema sufrirá las consecuencias.

Por alguna razón, los ejidatarios que solicitaron la presencia de POR ESTO! para tomar constancia de lo que está ocurriendo en cuerpos de agua, como el denominado Río Verde -cuyo cauce debe desecarse durante la temporada de lluvia, pero eso ya no ocurre-, solicitaron el anonimato ya que aseguran que pueden despertar la ira del propietario de la planta acuícola.

Explicaron que en forma cotidiana la empresa desecha en los humedales -donde habitan varias especies de reptiles, anfibios, aves y pequeños mamíferos- enormes cantidades de agua que extrae de sus estanques. Se supone que el líquido que es enviado al medio ambiente ya fue previamente tratado y no debe ser dañino para el ecosistema; sin embargo, los habitantes de la zona consideran que alguien está mintiendo.

Manifestaron que especies vegetales como la dormilona, tijereta y “pincha huevo”, si bien forman parte del entorno, únicamente prosperan en demasía cuando hay demasiada materia orgánica y que eso es precisamente es lo que está ocurriendo en las inmediaciones de las comunidades de Bethania y Chemblás.

“No somos estudiados, pero sabemos que el ecosistema está siendo modificado drásticamente. El dueño de la granja dice que el agua que saca de pozos profundos y que luego desecha contaminada con alimentos y excremento de peces está saneada, pero nosotros podemos afirmar que la realidad es que esa agua apesta y tiene un elevado contenido de grasa”, dijo otro de los ejidatarios afectados.

“No tenemos nada en contra del dueño de la granja; que bueno que inviertan, pero las cosas se deben de hacer bien; consideramos que a estas alturas ya fueron contaminados hasta los ojos de agua.

“El arroyo también está contaminado y lleno de mala hierba. Todo esto nos afecta, pero desgraciadamente ninguna autoridad quiere evaluar la situación. Ya fuimos a la Semarnat y a la Conagua y nos dijeron que todo está bien. Solamente faltó que nos digan que el agua apestosa que nos está invadiendo está vitaminada.

“Antes teníamos un bonito arroyo y varias lagunas pequeñas, pero desde que llegó la granja lo que tenemos son enormes pozas de aguas pestilentes, donde florecen la mala hierba y alimañas. Antes había garzas y otras aves acuáticas, pero ahora hay puros zopilotes, pues llegaron atraídos por la pestilencia”, dijo irónicamente otro de los ejidatarios.

Están tirando mucha porquería

Un ex empleado de la Granja Romellón declaró que no es verdad que toda el agua que genera la planta acuícola sea tratada, ya que todo parece indicar que el empresario aún le falta invertir en algunos aspectos de saneamiento para que ese propósito se cumpla satisfactoriamente.

“Se supone que el agua de los estanques es tratada, pero la verdad es que también están tirando muchos otros desperdicios. Hay mucha grasa en el agua y eso hace que apeste. La tilapia no aprovecha todo lo que come, como cualquier animal defeca, entonces hay mucho excremento.

“Se dice que la tilapia solamente aprovecha el 30 o el 40 por ciento de lo que come, el resto se convierte en excremento, pero además al agua se le aplican químicos pare evitar enfermedades en los peces, por eso el agua suele quedar muy contaminada”, explicó.

Muy grave lo de Hampolol

Por su parte, el Grupo Ecológico Marea Azul, representado por Lourdes Rodríguez Badillo, manifestó que suele ocurrir que las empresas reciben permisos y cumplen por algún tiempo con la norma; sin embargo, es común que dejen de ser supervisadas o, como consecuencia de la corrupción que impera dentro del Gobierno, se deje de cumplir con aspectos importantísimos como es el tratamiento del agua usada en instalaciones industriales para la cría de cerdos y peces.

La entrevistada manifestó que su organización está atenta al caso Dzitbalché y, ahora, al tema de Betania y Chemblás, pues consideró que, en los dos casos, lo que se pone en riesgo es uno de los más valiosos recursos del Estado de Campeche que es el agua.

(Joaquín Vargas Aké)