El injerencista mandatario campechano Alejandro Moreno Cárdenas confunde su cargo –presumido hasta el cansancio en cuanto evento público ha podido-, de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) con la máxima responsabilidad del país de Presidente de la República, ya que continúa interviniendo en la política exterior mexicana aunque no está dentro de sus facultades, violando con ello el Artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece precisamente las directrices de la política internacional como responsabilidad exclusiva del Ejecutivo Federal.
Plegándose a la derecha internacional, y en absoluto desprecio a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, Moreno Cárdenas se lanzó a los pies del “Ministerio de las Colonias” de Estados Unidos en Latinoamérica, mejor conocido como la Organización de los Estados Americanos (OEA), con la pretendida intención de “resolver la crisis humanitaria en Venezuela”; ente desde el cual insistentemente se ha operado para desestabilizar al Gobierno Bolivariano.
El mandatario campechano se reunió con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en Washington D.C., o ‘la capital del Imperio’, para abordar “los problemas y desafíos de la migración y abordar la problemática humanitaria que vive Venezuela” (sic), escribió en su Facebook, mientras que también alabó a la derecha internacional en su Twitter, donde insistió: “Mi reconocimiento a @Almagro_OEA2015 por su trabajo a favor de la democracia. Los mexicanos no podemos quitar la mirada del hermano pueblo de Venezuela. La violación a los derechos humanos y la grave crisis humanitaria que enfrenta no obliga a ser solidarios con ellos”, tuiteó.
Sin embargo, el desorientado Alejandro Moreno busca resolver los problemas de Venezuela, viajando hasta el corazón de Estados Unidos para ello, aunque cuenta con un problema migratorio y de crisis humanitaria justo en su propio “patrio trasero”, en el municipio de Candelaria, la frontera México-Guatemala vive una crisis con los refugiados guatemaltecos que ingresaron a la Entidad desde el 2017, expulsados por el Ejército de aquel vecino país, y que se mantienen habitando campamentos de refugiados en precarias condiciones sanitarias y sociales, menores de edad incluidos, sin que el ‘Guaidó’ campechano muestre preocupación alguna.
Así mismo, ante el aplaudidor de la democratización impulsada por la OEA, cabe destacar que el propio organismo no logró el consenso entre sus integrantes para reconocer al autoproclamado Juan Guaidó como Presidente de Venezuela, y aun así, ignorando su propia democracia interna y el voto de sus socios, Luis Almagro continúa emprendiendo su campaña contra el polémico Nicolás Maduro.
Sin poder resolver los propios problemas del Estado, Alejandro Moreno pretende entrometerse en pleitos internacionales sin ser él el Jefe del Ejecutivo Federal, violando la Constitución y los preceptos constitucionales de relaciones exteriores, y más grave aún, sometiéndose a gobiernos e intereses extranjeros.
(Texto: Carlos Valdemar /
Fotos: Especial)