Campeche

Boleros se resisten a desaparecer

Pocos acuden a lustrar su calzado en el mercado “Pedro Sáinz de Baranda”

CAMPECHE, Cam., 21 de abril.- El presidente de la Unión de Boleros de Campeche, Manuel Jesús Soberanis Méndez, quien lleva más de 25 años de oficio, expresó que de los 18 compañeros que conforman esta agrupación, ya no llegan todos por la falta de empleo en el mercado “Pedro Sáinz de Baranda”.

Afirmó que se resisten a desaparecer, pese a que fueron apoyados con la renovación de sus herramientas de trabajo en el inicio del sexenio del gobernador, pero la falta de difusión de este sector laboral no regresa el trabajo a su espacio.

Declaró que son pocas las personas que acuden a lustrarse sus calzados y que la competencia representa un problema grave, dado que algunos boleros lo hacen de forma ambulante, sin pensar en los compañeros que se quedan sin trabajo en el mercado de la ciudad.

De la docena de cajones de boleado fijos, ubicados desde hace varias décadas en el paradero de camiones de la ruta de “Fidel Velázquez” y del poblado de San Francisco Kobén y Chemblás, apenas algunos boleros se encuentran en sus espacios de trabajo.

Los sillones con cajones de lustrado fueron concesionados a un grupo de personas que solicitaron el apoyo de este honorable trabajo y digno, que desde varios años han permanecido en esta área, que se ha presentado a través de generación en generación y que fueron conformados con el fin de heredar a sus hijos un patrimonio de gran importancia en los años 80.

Soberanis Méndez manifestó que con el paso de los años, los antiguos boleros de zapatos fueron envejeciendo, otros enfermaron o fenecieron, lo que ha ocasionado el abandono de los espacios de trabajo.

“Muchos de quienes heredaron estos espacios por sus padres, fueron perdiendo el interés de seguir con la tradición del bolero. Son pocos los concesionarios que realizan este noble oficio que se resiste a desaparecer, pese a la competencia”, asentó.

“Nuevos modelos de calzado que no necesitan de un lustrado y las personas que acuden a bolearse los zapatos son muy pocas, y estos oficios van perdiendo su valor por las nuevas generaciones”, añadió.

El líder expuso que el sector se encuentra en crisis, que apenas logran sacar ingresos de 200 a 300 pesos y que tienen que comprar material para realizar el trabajo, de igual forma tienen que hacer dos comidas al día, nada más para que la ganancia les resulte.

Destacó que se resisten a desaparecer, por lo tanto buscan los medios para que se den a conocer nuevamente y de esta forma se acerquen a bolearse los zapatos, para beneficiar a decenas de personas que se dedican a esta labor.

“Como somos gente adulta, muchos prefieren buscar nuevas formas de emplearse y se colocan en los supermercados de empacadores, lo que no nos resulta tan benéfico como venir a desarrollarnos como personas que somos”, puntualizó.

(Texto y fotos: Wilgen Lara)