Debido a la ubicación y la falta de apoyo de las autoridades, la locataria del mercado público “Alonso Felipe de Andrade”, Josefina Rivera Guzmán, declaró que desde hace años no ha tenido buenas ventas y por más que solicita mediante oficios facilidades para vender, no se las otorgan.
“A veces no vengo a mi local porque sé que no venderé nada, y cuando vengo no vendo ni un peso, y he metido oficios aquí a la administración para que me den permiso de colocarme en el pasillo y al menos captar un poco más gente, incluso en una esquina, el caso que la gente me vea, porque aquí donde estoy de plano está muerto”, señaló.
Mencionó que no le quieren dar permiso porque a nadie más se le ha concedido, pese a esto, sinfín de ambulantes se la pasan vendiendo en el AFA, pese a que está prohibido, porque según la administradora Rilma Elías Cruz no hay personal que pueda detener la venta desleal.
“Mi ubicación está en un pasillo desierto, todo cerrado y oscuro, pero mientras hay un ambulante que vende lo mismo que yo, pero en el pasillo de donde están los medidores, él sí vende todos los días, y yo nada, y no me quieren dar permiso, considero es una injusticia, está bien que no me dejen vender, pero que tampoco permitan ambulantes, porque es un gran daño contra locatarios como yo”, aseveró.
La entrevistada dijo que incluso tiene mercancía desde el 2013 que no ha podido sacar, y por ello ya no se ha surtido porque primero debe vender lo ya adquirido, se encuentra estancada y sin apoyo de las autoridades.
“Por un lado sabemos que el trabajo disminuyó y la gente no compra estas cositas tan seguido, pero otra cosa que nos perjudica es que miren este pasillo escondido, ignorado y vacío, de verdad que la gente no pasa por aquí, y más los ambulantes, nos mataron todo”, subrayó.
Rivera Guzmán enfatizó que ha dado vueltas con oficios pero no hay nada positivo, y que los pasillos del AFA son amplios como para poner una pequeña mesa, y que le sirva para mostrar sus productos, y no dejarse marginar por ambulantes que acaparan la venta y que no se regulan.
“Es una situación muy triste, porque es una competencia desleal, no los quitan, a nosotros nos prohíben y a ellos no les hacen nada, mis compañeros de locales a un lado están igual, ya luego hay días que no abren por lo mismo, gastamos más viniendo a vender que no viniendo, porque uno se gasta en su comida del día, en la luz, entre otras cosas, para no vender ni un peso”, finalizó.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Antonio Maldonado)
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