Abandono define 'labor” de Oscar Rosas

Con basura entre sus espacios de recreación, juegos desvencijados y con fierros expuestos, luminarias rotas y con cables salidos, así se encuentra el parque de la colonia Volcanes, con una pésima imagen urbana que parece no importarle a la administración priísta de Oscar Rosas González, autoridad que se jacta de apoyar a colonias populares como esta, pero que al acudir se encuentra todo lo contrario, un completo abandono por parte de la Comuna carmelita que se refleja en el deterioro de los bienes públicos.

En el pasado uno de los parques más vistosos de la zona, hoy en día este espacio recreativo muestra uno de sus peores rostros, ya que sus paredes y bancas se encuentran pintarrajeadas con todo tipo de mensajes, desde recados de amor hasta obscenidades a la vista de todos, principalmente los menores de edad.

Y es que mientras Rosas González se apresuró a pintar con el gris institucional de su administración los espacios públicos más visibles de la zona del Centro y Playa Norte para borrar la imagen de su antecesor, los sitios que sí lo requerían por estar su pintura deteriorada y “grafiteada”, no fueron atendidos por el Ayuntamiento de Carmen.

Vecinos de la zona dicen desconocer al personal de Servicios Públicos Municipales, puesto que en los más de siete meses de administración local no se han acercado al parque de la Volcanes a realizar trabajos de limpieza, poda y reparación de luminarias. El parque destaca por la basura regada por doquier, especialmente entre las bancas y en los mismos juegos infantiles que están rotos.

Y por si no fuera suficiente, las calles aledañas como la Tacañá y Pico de Orizaba se encuentran fracturadas por enormes baches, “aquí ni conocemos a los del Ayuntamiento, mire usted el parque cómo lo tienen todo abandonado, la basura no pasa cunado debe y los perros la desperdigan por todo el parque, pero de por sí los de Servicios Públicos sí venían antes a barrer y podar aunque sea, no que ahora cada vez está más deteriorado el parque”, lamentó Jimena Rodríguez.

(Texto y fotos: Carlos Valdemar)