Vecinos de la calle Coco, al final de la colonia 23 de Julio, siguen esperando que les cumplan la promesa de mejora de la vialidad, ya que recordaron que en campaña pasó el hoy alcalde espurio Oscar Rosas González y les prometió que la mejoraría, por lo que siguen esperando que cumpla su promesa a ya siete meses de su administración.
Justo en la calle Coco, habitantes recibieron la visita del espurio Rosas González en campaña, quien aseguró que apenas llegara a la Alcaldía se encargaría de dejar la vialidad en óptimas condiciones, pero a la fecha no ha regresado ni a verificar o contemplarlos para sus planes de pavimentación.
“El estado de la calle es horrible, los mismos vecinos nos hemos encargado de meter el relleno, igual nuestros propios terrenos, porque aquí la ayuda del gobierno no llega, cuando están en el puesto se olvidan de uno, el señor Oscar se comprometió, pero no ha regresado”, aseveró Genaro Rivero Mayo.
Agregó que ha visto pasar a los gobiernos y no han tenido una respuesta honesta con acciones concretas, que rehabiliten su privada, que lleva décadas en dicha situación, desde que se fundó la 23 de Julio.
“Tiene muchos años que vivimos aquí, según pavimentan con su chapopote, peor hay unos santos hoyancos, que están buenos para hacer una piscina, según Carmen es petrolera, pero sólo de nombre, porque tenemos todo acabado”, reiteró.
De la Isla sale mucho dinero al Estado, aunque ahora ha sido el petróleo, antes fue el camarón y anteriormente el palo de tinte, pero aunque la abundancia rodea la ciudad, los gobernantes no han sabido mejorar la mancha urbana.
“Ahora no tenemos nada, la gente de aquí no tenemos luz, ese poste que se ve ahí, lleva meses descompuesto, aunque lo hemos reportado muchas veces, cada casa se alumbra con su propio foquito, porque si no, estaríamos siempre a oscuras”, subrayó.
“Nosotros ya nomás vemos que nos tienen en el abandono, completamente en el olvido por las autoridades ya no creemos en las promesas de siempre, sólo nos piden el voto y nos dan la espalda, y no sabemos cuándo será el día que nos vengan a cumplir, nos toca seguir rellenando a como podemos, con una soga de tope y sin banquetas”, concluyó.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)