Campeche

HOPELCHEN, Cam., 18 de junio.- Las corridas de toros son un patrimonio cultural y aunque no sean reconocidas así oficialmente, la fiesta brava es parte de nuestra tradición y lo mismo se dan estos eventos en Yucatán, que en el nuestro y los pueblos del Camino Real y Los Chenes son un ejemplo de ello.

Lo anterior coincidieron en afirmar Juan Quintal “El Caminante” y Fernando Pool Novelo “El Chino Torero”, quienes aseguran que el gusto por las corridas de toros, lo mismo se genera en nuestro país, que en otras latitudes como Francia, Portugal, Ecuador, Venezuela y España, por citar otros países en donde los triunfos de los toreros son festejados por multitudes que aprecian el arte, el valor y entrega de los matadores, al igual que la nobleza, edad, peso y trapío de los bureles.

Los también toreros y charlots, enmarcaron que son comprensibles los afanes protagónicos de algunos legisladores estatales como es el caso de la legisladora local, Sofía Taje, quien prácticamente pidió a sus compañeros legisladores la aprobación de una iniciativa para prohibir las corridas de toros en el Estado.

Pool Novelo reconoció el interés de organizadores de fiestas patronales y de los directivos de asociaciones de palqueros de la las ferias de Los Chenes y el Camino Real para hacer un planteamiento conjunto que permita contrarrestar lo expuesto por la diputada morenista, en el entendido que las ocurrencias no deben darse en el pleno del Congreso del Estado.

Juan Quintal “El Caminante”, sostuvo que las corridas de toros son parte de la cultura y gente de todas las edades gusta de este tipo de espectáculos y basta con hacer un recorrido por las diferentes ferias de la región para constatar la cantidad de gente que acude a disfrutar de las corridas.

Estableció como referente las corridas que se realizan en Yucatán y comunidades del Estado, en donde la gente acude en gran número para disfrutar de las corridas de promesas, el tradicional chicharrón de cebo, el paseo de los patronos al interior del ruedo y en donde se aportan con gusto monedas para la iglesia y todo ello se vive con singular emoción.

Finalmente expusieron que los intentos por acabar con la fiesta brava han sido constantes y ello se ha evidenciado en la restricción del acceso a los menores de edad en las tardes de toros.

Sin embargo, niños y adolescentes siguen participando de la fiesta a pesar de los esfuerzos de las Comisiones de Derechos Humanos, autoridades estatales y municipales que tienen que ver con la aplicación de la norma contemplada en la Ley de Protección y Bienestar Animal.

“A pesar de todo ello, la fiesta brava sigue vigente y más viva que nunca”, concluyeron.

(Jorge Alberto Uc Moreno)