Campeche

HOPELCHEN, Cam., 21 de junio.- Es importante impulsar la medicina tradicional, ya que es un conocimiento ancestral que se ha transmitido generación tras generación, derivado de la necesidad de los mayas de tratar sus enfermedades con las plantas, aprovechando raíces, cortezas, hojas, semillas, frutos, flores y tallos, afirmó Federico Castillo Nieves, integrante del Colectivo de Médicos Indígenas Cheneros (Colmich).

Destacó que las propiedades curativas de la herbolaria se siguen usando hasta la época actual y es necesario continuar con esta tradición, fomentando los viveros y facilitando el trabajo de parteras, curanderos, hierbateros y hueseros para que pongan en práctica sus conocimientos en beneficio de la sociedad.

Castillo Nieves expresó que la organización tiene 32 años de existencia, en sus inicios laboraban 45 médicos tradicionales y se atendían en promedio a 100 personas, pero con la llegada del Seguro Popular la atención se redujo drásticamente y actualmente se atienden en promedio a 20 personas al día.

“En el Colmich se cuenta con partera, hueseros, curanderos, hierbateros y sacerdotes mayas, estos últimos se encargan de celebrar los ritos mayas que aún se mantiene vigentes en el municipio y en la región”, declaró.

Asentó que los sacerdotes mayas acuden los lunes, martes, viernes y sábado y que en su caso atiende con Antonio Poot Chan de la comunidad Chunyaxnic, por lo que narró que en los mejores días del Colmich se tenía un vivero de plantas medicinales y aún se conservan algunas de ellas, como el caso del ceibo, que cura muchas enfermedades, entre ellas las hemorroides, granos y escabiosis, pero que actualmente están en peligro de probable desaparición.

Detalló que las flores del bacalché alivian la tos, las hojas curan la sarna y las raíces los malos olores, y que el Tuaché sirve para quitar el sudor frío, cosas que no sabría la gente, sin considerar la tradición de los médicos mayas.

Visión esperanzadora

Por su parte, Candelario Poot Dzib exclamó que la medicina tradicional regresa con más fuerza, debido a que la gente encuentra alivio a sus males usando infusiones, ungüentos, jabones, shampoos y jarabes; además, por lo accesible de los precios la gente acude a comprar los derivados de las plantas medicinales, para tratar enfermedades como la diabetes, la hipertensión, problemas de la vista, del riñón, hígado graso, problemas del aparato digestivo y del aparato circulatorio.

Apuntó que es necesario impulsar la medicina tradicional y es necesario retomar las reuniones regionales, donde se impartían talleres, cursos e intercambio de experiencias que permitían compartir conocimientos exitosos, así como el intercambio de plantas, de las cuales muchas se adaptaron a la región.

Mencionó que en su caso la gente acude de diferentes partes de la república, de las colonias menonitas para comprar los preparados que muchas veces son mezclas de diferentes cortezas, raíces, hojas, flores, frutos, semillas, incluso de frutas y productos de la región, como es el caso de la sandía y de la miel adicionadas con betabel y apio.

Poot Dzib subrayó que una de las instituciones que apoyaba la medicina tradicional fue el Instituto Nacional Indigenista (INI), pero al cambiar de nombre a Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y actualmente Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), también lo hizo en varias de sus funciones, dejando atrás la medicina tradicional.

Recordó que la desaparecida dependencia federal publicó libros sobre plantas y sus propiedades curativas y otros muy vinculados al tratamiento de enfermedades con el título de “Donde no hay doctor”, por lo que añadió que estos 2 textos se complementaban entre sí, ya que uno se refería a la herbolaria y el otro a la medicina alópata.

Colmich, un bien necesario para los enfermos

Ambos médicos mayas coincidieron en la necesidad de impulsar la herbolaria y la medicina tradicional, ya que hay enfermedades que los profesionales de la salud no le encuentran cura, pero la experiencia de los sacerdotes mayas, curanderos, hierbateros y hueseros pueden tratar con éxito.

Castillo Nieves espera que el Colmich recupere sus momentos de esplendor y Poot Dzib confía en que haya apoyo para establecer viveros de plantas medicinales, no sólo de la región, sino también de otras partes de la república, porque las enfermedades no tienen momento ni lugar.

Finalizaron diciendo que las autoridades tienen que repensar las maneras de acercarse a los pueblos indígenas mayas y que mediante la medicina tradicional maya, es una de esas formas, por lo que esperan que las instituciones encargadas de ese tema, respondan benéficamente a las necesidades de los pueblos originarios y los médicos mayas.

(Jorge Alberto Uc Moreno)