A principios de los noventa del siglo pasado, empresa y Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) encontraron en el neoliberalismo aliados para sacar de nuevo del régimen sindical a los Técnicos y Profesionistas (TyP) y mandarlos al régimen denominado ‘de confianza’, ahí es donde inicia el nuevo período para los TyP, que sigue hasta la fecha, donde se tiene la vulnerabilidad respecto a los derechos laborales y humanos, dio a conocer Alejandro Corona Bahre, secretario de relaciones y difusión de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP).
En la toma de protesta de la Sección 6 de la UNTyPP en Carmen, que se llevó a cabo este sábado a las tres de la tarde, en conocido restaurante, en donde funge como secretario general Marco Antonio Alba Guzmán, Corona Bahre expresó que la constante violación a los mencionados derechos y los abiertos esfuerzos de privatización de la petroquímica y la distribución del gas natural provocaron que en 1994 se formaran nuevamente coaliciones de técnicos y profesionistas en Salina Cruz, Tula, Minatitlán y D.F., solicitando cada una de ellas el registro en lo individual. De nuevo vino la negativa de la STPS, por lo cual se decidió entonces unir fuerzas para formar un sindicato nacional.
En el evento estuvo presente el dirigente nacional de la UNTyPP, Pablo López Figueroa; Didier Marquina Cárdenas, secretario de trabajo, conflictos y previsión social nacional. Tomaron protesta Marco Antonio Alba Guzmán como secretario de la Sección 6; María Teresa Juárez, secretaria de trabajo, conflictos y previsión social; Rubén Camacho Bonifaz, secretario de relaciones y difusión; Jorge Puche González y Susana Rodríguez del sector privado; Laura Elena Hernández Lizcano; Mónica DRubio Delgado y Juan José Origel Vadillo, entre otros.
El origen de la UNTyPP
Señaló que ahora que la UNTyPP se encuentra en auge en todos los estados petroleros y en particular en Ciudad del Carmen, algunos se preguntarán si es producto de la llamada Cuarta Transformación o de la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador. Corona Bahre indica que esto no es así, ya que el movimiento de Técnicos y Profesionistas Petroleros presume una historia de muchas décadas.
Expresó que en 1945 se realizaron intentos aislados de sindicalización por parte de los trabajadores técnicos y profesionistas de Petróleos Mexicanos, pero fue hasta mayo de 1970 cuando 700 técnicos y profesionistas (TyP) se constituyeron en sindicato. Sin embargo, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Suprema Corte de Justicia de la Nación les negaron el registro, actuando en defensa de intereses abusivos, tanto de la empresa como del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Sus principales dirigentes fueron despedidos
Fue necesario pedir el apoyo del entonces presidente de México, Luis Echeverría, quien en 1973 ordenó su sindicalización, pero incluyéndolos en el STPRM. En un proceso complejo de crecimiento, notable en particular en la Sección 34 de la Ciudad de México, los TyP comenzaron a influir en las decisiones de la empresa desde el interior del STPRM, en particular en defensa del componente nacional de las ingenierías.
Pero a principios de los noventa, empresa y STPRM encontraron en el neoliberalismo aliados para sacar de nuevo del régimen sindical a los TyP y mandarlos al régimen denominado ‘de confianza’; ahí es donde inicia el nuevo período para los TyP, que sigue hasta la fecha, donde se tiene la vulnerabilidad respecto a los derechos laborales y humanos.
La constante violación a los mencionados derechos y los abiertos esfuerzos de privatización de la petroquímica y la distribución del gas natural provocaron que en 1994 se formaran nuevamente coaliciones de técnicos y profesionistas en Salina Cruz, Tula, Minatitlán y D.F., solicitando cada una de ellas el registro en lo individual. De nuevo vino la negativa de la STPS, por lo cual se decidió entonces unir fuerzas para formar un sindicato nacional.
En 1995 se convocó a una convención nacional de técnicos y profesionistas petroleros para formar así la Asociación Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (ANTyPP), pero unos días antes de la misma, los dirigentes fueron rescindidos o jubilados. Una vez más, se actuó en la represión de los que no querían la evolución de los derechos laborales.
Explicó que aun así, otro grupo de líderes, surgido de los antiguos TyP del STPRM, se dio a la tarea de entablar relaciones con sus similares de otras secciones, intentando sucesivamente varios frentes democráticos, entre ellos, en 1999, “Todos Por Pemex”, que promovía el respeto a los derechos laborales de los técnicos y profesionistas y la Comisión Nacional de la Defensa de la Industria Petrolera de México, AC (CONADIPME), la cual convocó a los sectores más interesados en la defensa de PEMEX a construir un proyecto para la defensa y desarrollo de la industria petrolera, uniendo diversos grupos de trabajadores e intelectuales que no estaban de acuerdo con la privatización de la industria.
Mencionó que en 2002, la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera, A.C. (UNTCIP), impedidos para fungir como interlocutor de los técnicos y profesionistas ante la empresa por ser asociación civil, buscaron convertirse en sindicato en el año 2003, ahora como Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera de México (UNTCIPM), principalmente con trabajadores de PEP (PEMEX-Exploración y Producción), PPQ (PEMEX-Petroquímica) y PGPB (PEMEX-Gas y Petroquímica).
Agregó que la UNTCIPM construyó un proyecto energético alternativo, organizando foros nacionales y regionales para promover la defensa de la industria petrolera, así como participando en foros internacionales para poder así mantener informados a los trabajadores de los aspectos energéticos más importantes. Asimismo, solicitaron el registro ante la STPS, el cual fue negado una vez más.
Ese mismo día, el 22 de junio de 2004, la Policía Federal sacó a los miembros de la UNTCIPM de sus centros de trabajo; a su vez, los líderes fueron reprimidos, siendo la mayoría jubilados o despedidos; sin registro y con la directiva expulsada, la organización perdió fuerza. Otra organización paralela se había fortalecido en Guanajuato, la Organización Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera México (ONTCIP), también fue destruida.
Añadió que el 6 de septiembre de 2007, PEMEX difundió un oficio en el que se instruía a los trabajadores denominados de confianza firmar un contrato individual de trabajo, con cuya firma se pretendía despojar a los trabajadores del derecho a defender su estabilidad en el empleo. La organización y la acción colectiva de TyP lograron que en ese momento sólo un 15% de los trabajadores denominados ‘de confianza’ firmara el contrato. Se planteó entonces de nuevo la formación de un sindicato que permitiera defender de una manera pacífica y organizada los derechos laborales de los trabajadores y enfrentar la privatización de la industria.
“A finales del 2007, muchos de los diversos líderes de estas organizaciones antes mencionadas confluyeron de nuevo en y formaron la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP), y el 29 de abril de 2008 se presentó la solicitud ante la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, pero la STPS respondió con reiterados y dilatorios requerimientos de información adicional, a lo largo de 7 meses; para el 21 de agosto, el ingeniero Didier Marquina, secretario general de la UNTyPP, fue amenazado por el ingeniero Marco Antonio Murillo Soberanis, subdirector corporativo de Recursos Humanos, de sufrir consecuencias de no retirar la solicitud de registro del sindicato”, manifestó.
El 14 de noviembre de 2008, 37 miembros de la organización fueron desalojados con lujo de violencia de sus centros de trabajo (refinerías, terminales de distribución y repartos, complejos petroquímicos, oficinas centrales e instalaciones de exploración y producción) por integrantes de los Servicios Especiales de Seguridad Física de Pemex, que portaban armas largas.
Después de esto, la empresa desató una campaña de acoso y tortura emocional para obligar a más de 200 miembros del sindicato a renunciar por escrito al mismo, a fin de reducir el número de afiliados a menos de 20 y dar a la STPS el pretexto para negar el registro, pretendiendo ignorar que la Ley establece que dicha secretaría sólo puede resolver sobre el padrón de socios en el momento de la solicitud del registro y no posteriormente.
Muchos de estos trabajadores cedieron a la angustia y presión por ser los proveedores de sustento de sus respectivas familias. El director corporativo de Administración y el director general de Petróleos Mexicanos fueron copartícipes de estas graves violaciones de derechos humanos y laborales. Con ello, PEMEX atentó contra los derechos de asociación y sindicalización establecidos en la Constitución Política de la República Mexicana, la Ley Federal del Trabajo y los Convenios 87, 98 y 135 de la Organización Internacional del Trabajo, también contravino la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o degradantes ratificada por México en 1986.
Pérdida de servicio médico
Una de las consecuencias más graves de este desalojo fue la pérdida del servicio médico para estas familias mexicanas; esto ocasionó la muerte del señor Manuel Valencia Orozco, padre del compañero Felipe Valencia, uno de los desalojados el 14 de noviembre del 2008, violando el constitucional Derecho de la Salud integral, pues la suspensión de la atención médica a los trabajadores y a sus familiares pone en riesgo su integridad física.
El 19 de diciembre de 2008, la STPS emitió su resolución, negando el registro sindical y violando el marco legal vigente respecto al derecho de asociación de los técnicos y profesionistas petroleros. El 15 de enero del 2009 se promovió un amparo indirecto reclamando el reconocimiento del registro.
El 2 de julio de 2009, la Juez Primera de Distrito en Materia de Trabajo resolvió la petición de amparo, determinando que sí procedía el registro de la UNTyPP por la ilegalidad en que incurrió la STPS al negar el registro.
El 30 de noviembre de 2009, el Décimo Cuarto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo resuelve y ratifica el amparo indirecto otorgado a la UNTyPP, pese a recursos de revisión interpuestos por PEMEX, por la Juez de Distrito en Materia de Trabajo, confirmando el derecho de los técnicos y profesionistas a formar un sindicato.
Desde entonces, la UNTyPP ha hecho labor de gestión en favor de sus afiliados y denunciado la pérdida de materia de trabajo debido a la privatización de la industria petrolera nacional. Pero ahora el nuevo Gobierno de AMLO ha manifestado el rescate de la soberanía nacional, y que PEMEX se vuelva palanca de México, sin embargo, hoy todavía le queda la tarea de darle a los TyP el lugar que merecen y reconocer a la UNTyPP como la gran organización sindical que es.
Actualmente, la UNTyPP cuenta con 8 secciones en diferentes Ciudades; la 1 en Coatzacoalcos, Veracruz; la 2 en Villahermosa, Tabasco; la 3 en, Salamanca, Guanajuato; la 4 en Paraíso, Tabasco; la 5 en Minatitlán, Veracruz; la 6 en Ciudad del Carmen, Campeche; la 7 en Campeche, Campeche y la 8 en la Ciudad de México. Así mismo se encuentran en formación las secciones 9 en Madero, Tamaulipas; la 10 en Cadereyta, Querétaro; la 11 en Reynosa, Tamaulipas y la 12 en Poza Rica, Veracruz.
“Esto quiere decir que representamos a casi dos mil 500 trabajadores de niveles 30 al 43 TyP dentro de PEMEX, de un total aproximado de 20 mil TyP que tiene la empresa, lo que equivale a casi el 15% de lo que hoy conocemos como mandos medios, y dejo en claro que la intención como organización es crecer hasta llevar estabilidad y conciencia a todos los profesionistas petroleros de PEMEX”.
Por su parte, Marco Antonio Alba Guzmán invitó a todos los técnicos y profesionistas de PEMEX niveles 30 al 43 a que se afilien a esta sección y ser parte de la gran Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, y en particular a ser parte de la sección 6 de Ciudad del Carmen.
(Texto: Fernando Kantún / Fotos: Fernando Kantún / Antonio Maldonado)