Juguetes de madera, al borde de la extinción

Con más de 30 años de tradición, los artesanos en madera provenientes del municipio de Acaxochitlán, Hidalgo, continúan compartiendo su talento al elaborar vistosas artesanías y juguetes en madera que se resisten a sucumbir la batalla ante la tecnología, mismas que exponen con orgullo durante la Feria Carmen 2019.

El interés por los tradicionales juguetes de madera ha decaído considerablemente, narró el vendedor Pablo Vargas, quien, proveniente de Hidalgo, oferta yoyos, trompos, títeres y demás productos en el área de “trasteros”.

El pequeño puesto destaca por las figuras y colores de las artesanías que se exhiben, entre ellas pequeñas guitarras, tambores, baleros, carritos, títeres y muchos otros artículos decorativos para los hogares, elaborados con madera de pino.

De su fabricación, el artesano hidalguense da cuenta que es una tradición de vida y que heredaron de sus los abuelos, “viene desde nuestros papás, ahora nosotros y también le estamos enseñando a nuestros hijos”.

A lo anterior, agregó “nosotros antes los fabricamos, pero como ahora nos dedicamos a venderlos en las ferias. Se los compramos a familiares, nuestros hermanos y amigos de la comunidad de Acaxochitlán”.

Recalcó que moldear la madera es una tradición de toda una vida, “se trabaja con el torno, la sierra, las lijas y por último la pintura, los selladores y el brillo, así que sí lleva algo de tiempo elaborarlos”.

Sin embargo, la importación china ha afectado mucho a la artesanía al igual que la tecnología, la cual, particularmente ha desplazado de forma considerable a los juguetes de madera.

En consecuencia, los artesanos se han visto en la necesidad de modernizarse y crear juegos didácticos, aunque indicó que por suerte también hay padres que llevan a sus pequeños a comprar algún carrito o juego de mesa de madera.

“Las artesanías mexicanas se actualizan, sin el sonido que ofrecen otros juguetes electrónicos, pero les explicamos a los niños cómo divertirse con ellas para que hagan un poquito más de ejercicio, no que el celular solo están ahí sentados en el sedentarismo”.

Refirió que las ventas han estado un poco bajas, pero todavía tienen las esperanzas que la gente llegue en el remate. “Las ventas han bajado casi un 50 por ciento, pero estamos dando lo más económico que podemos por la crisis que se vive”.

Finalmente, invitó a los carmelitas a visitarles y adquirir alguno de sus productos. “Seguimos dando al mismo precio, bajos porque no podemos darlo alto por la economía”.

(Texto: Diana Bravo /

Fotos: Ignacio Morales)