Campeche

CAMPECHE, Cam., 4 de agosto.- “En Campeche estamos viviendo una regresión en materia de la posesión de la tierra por parte de los pueblos mayas, fenómeno que se está dando en forma descarada y en la que participan empresarios especuladores, que con el respaldo de funcionarios corruptos se han apoderado de decenas de miles de hectáreas de terrenos ejidales”, acusó el ex líder estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Ismael Canul Canul.

Según el también cabildante del Ayuntamiento de Champotón, este fenómeno, que no solamente está afectando a Campeche, tiene sus orígenes en las reformas al Artículo 27 constitucional y a la Ley Agraria de 1992, lo que abrió la posibilidad de incluir en el mercado inmobiliario a los predios ejidales y, de esta manera, revivir el problema del latifundismo.

“Estamos viviendo una regresión histórica, en donde los agraviados resultan ser los mismos a los que se trató de proteger con iniciativas históricas que tenían como propósito dar justicia social y oportunidades de desarrollo a nuestros pueblos originales.

“Las autoridades ejidales y agrarias deben tener mucho cuidado, pues incluso iniciativas positivas y bien intencionadas, como es el caso del Tren Maya, que promete detonar el desarrollo económico del Sureste del país, pueden convertirse en factores que incentiven el acaparamiento de tierras, a través del mecanismo del despojo.

“Si bien la nueva Ley Agraria incluyó algunos ‘candados’ y condiciones para frenar la venta indiscriminada de predios, funcionarios agrarios, abogados y notarios corruptos se encargaron de crear las fórmulas legales para hacer lícitas las transacciones evidentemente ventajosas, en las que los menos favorecidos han sido siempre los ejidatarios.

“Como era de esperarse, tras vivir toda su vida en medio de miseria, crisis e injusticia social, tras la reforma del 27 constitucional, los ejidatarios no dudaron en despojarse de parte o de la totalidad de sus parcelas. Lo grave es que la mayoría de los compradores pagaron cantidades irrisorias por predios que ahora están valuados en dólares”, declaró el perredista.

Luchadores sociales,

los únicos obstáculos

A los “emprendedores” empresarios se les ha hecho relativamente fácil despojar de sus mejores tierras a los ejidatarios de Campeche, ya que han tenido de su lado el capital económico y el respaldo de funcionarios agrarios corruptos, encontrándose únicamente con la resistencia que imponen algunos luchadores sociales.

Al respecto, es necesario mencionar que en el Estado de Campeche existen varios casos emblemáticos de “despojos” legales, entre los que podemos destacar el de Hopelchén, donde el controvertido empresario Alfonso de Jesús “El Mosco” Pereira Palomo utilizó la Fundación Alí A.C. para, con engaños, despojar a los ejidatarios de más de 99 mil hectáreas de terrenos. Eso ya hace 10 años.

Otro conflicto representativo de despojo legalizado en agravio de ejidatarios es el de Lerma, surgido hace más de nueve años y que involucra a personajes como el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, actualmente preso, y al empresario Carlos Mouriño Atanes, dueño del Grupo Energético del Sureste (GES) en México, del equipo español de fútbol Real Club Celta de Vigo y del prometedor proyecto Country Club Campeche.

En el caso de Lerma, el cual se añeja en los tribunales agrarios, el presunto despojo asciende a casi 10 mil hectáreas.

Codiciadas tierras de Hopelchén

Apenas este domingo 4 de agosto, ejidatarios de Hopelchén acudieron a POR ESTO! para manifestar su preocupación por la existencia de complicidad de las autoridades agrarias en transacciones plagadas de ilegalidad.

El único obstáculo que han encontrado los acaparadores, que pueden ser tanto especuladores inmobiliarios como “El Mosco” Pereira o grupos de agroempresarios menonitas, son las personas como el chenero José Vidalio Pech Maas, quien desde hace 10 años forma parte de un grupo de campesinos que se resiste a la pérdida de 85 mil 910 hectáreas de tierras del ejido Hopelchén, actualmente en posesión de la Fundación Alí.

“No tenemos nada en contra de los menonitas. Los consideramos como parte de nuestra comunidad, pero es una realidad que somos dos culturas distintas. Ellos están en constante expansión y requieren de miles de hectáreas para cumplir sus propósitos; en cambio nuestros requerimientos como pueblos mayas son distintos.

“Nosotros apreciamos mucho la selva, pero ellos solamente ven árboles que deben ser tumbados para crear más superficies de cultivo o pastizales para su ganado”, declaró Pech Maas al dar a conocer el avance del caso de 350 hectáreas de Hopelchén que iban a ser cedidas a una familia de agricultores menonitas.

Agregó que precisamente este domingo 4 de agosto tuvo lugar la asamblea ejidal en la que se abordaría el tema, pero no hicieron acto de presencia los interesados en adquirir las tierras.

En entrevista con POR ESTO! asentó que este caso es un ejemplo menor de los despojos que vienen ocurriendo desde hace muchos años, pues luego resulta que las tierras ejidales dadas en renta terminan pasando a manos del arrendatario, que con el apoyo de funcionarios corruptos logra hacerse del correspondiente título parcelario.

Corrupción, la problemática

Pech Maas manifestó que desde hace tiempo el ex comisario Ricardo Bernés Chan y su antecesor hacen negociaciones en las cuales los únicos beneficiados son ellos, al obtener grandes recursos a costa del futuro de los ejidatarios.

“En todas las negociaciones que este señor está haciendo, prácticamente él lo hace mucho antes de que llegue a la asamblea; él negocia un precio, del cual él sale más beneficiado que todos, pero le dice a la gente: Señores, para qué queremos esas tierras, son inundables, son tierras que van a trabajarse; son terrenos que van a servir, que van a utilizarse y la gente, viendo dinero, pues agarra dinero; pero pues ellos dicen, algo que nos den, pero el que se lleva la mayor tajada es el comisariado ejidal y su directiva”, detalló.

Comentó que se está hablando de que le dice al comprador que las tierras cuestan 15 mil pesos; le ofrece 11 a los ejidatarios y 4 mil se queda para acrecentar más su bolsillo, lo que resulta en algo perjudicial.

Recordó que cuando se hizo la venta de las tierras a Alfonso “El Mosco” Pereira, fue la misma dinámica: el ex comisario y Bernés Chan obtuvieron grandes cantidades de dinero y a los ejidatarios solamente les entregaron migajas.

“Se presume que cuando ese comisario estaba, le tocó un millón de pesos, y a los demás directivos, de 100 a 250 mil, dependiendo la responsabilidad que se estaba teniendo en la Comisaría Ejidal; entonces por eso ellos, los que están involucrados en el caso, dicen que mejor no se aclare el asunto de las 85 mil 910 hectáreas, porque tienen un compromiso moral con la empresa Fundación Alí y quieren saldar esa deuda prácticamente, porque tienen que responder por ese dinero, además de lo que le repartieron a la gente”, mencionó.

El líder social argumentó que los afectados en estos negocios, tanto con la Fundación Alí como con los menonitas, son aquellos ejidatarios que ya tienen sus tierras trabajadas y que al momento de vender las hectáreas le son arrebatadas con todo y lo sembrado, por lo que pierden su inversión.

Venta ilegal

Informó que en la asamblea realizada ayer, el ex comisario Ricardo Bernés Chan pretendió avanzar en la negociación de las 350 hectáreas para un menonita, prometiendo a los ejidatarios la entrega de 7 mil 500 pesos, pero que el comprador no llegó, al enterarse de la invalidez de este negocio.

En anteriores ediciones el Diario de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía, mediante los señalamientos de Vidalio Pech Maas, evidenció la ilegalidad en la que estaba actuando Bernés Chan, al comerciar con los terrenos cuando estaba siendo investigado por el Tribunal Agrario No. 50 en Campeche.

“La gente hoy estaba muy contenta, les prometió 7 mil 500 pesos a cada persona y que en diciembre les iban a dar otros 7 mil 500”, abundó Pech Maas, para luego agregar que otro aspecto a tomarse en cuenta es que el actual comisario ejidal no puede concretar ningún acto legal, ya que su posición como autoridad está en entredicho.

10 años del macrodespojo

de “El Mosco” Pereira

El entrevistado también recordó que apenas el pasado 10 de julio se cumplieron 10 años de que Alfonso “El Mosco” Pereira Palomo llegó al ejido de Hopelchén para engañar y robar a los campesinos 99 mil 660 hectáreas, con la promesa de pago de 300 mil pesos a cada uno de los ejidatarios, los cuales se han mantenido en lucha desde entonces, porque sólo recibieron 10 mil pesos, por lo que siguen exigiendo la devolución de sus tierras.

Pech Maas recordó que “El Mosco” Pereira se aprovechó de los pobladores del ejido de Hopelchén y bajo engaños se adueñó de miles de hectáreas, mediante la Fundación Alí, organismo que pretende explotar esos terrenos porque el Tren Maya pasará por ahí.

“Hoy se cumplen 10 años que Fundación Alí llegó al ejido de Hopelchén y engañó a 247 ejidatarios con un contrato de usufructo ficticio, mediante un acta de asamblea falsa en complicidad con autoridades ejidales, que en su momento se prestaron para cometer dicho fraude al ejido. En ese tiempo estuvo como comisario ejidal Filiberto Pech Chin y, en el momento de la supuesta asamblea, como escrutador fungió Ricardo Bernés Chan, quien validó las firmas y a la fecha se ostenta como comisario ejidal”, asentó.

El ejidatario, que durante 10 años se ha mantenido en la lucha, manifestó que ya van dos ocasiones en que los ex comisarios ejidales han pretendido entregarle las hectáreas a “El Mosco” Pereira y en esos dos momentos ha estado presente con sus compañeros ejidatarios para pelear contra el empresario.

(David Burelo / Fotos: POR ESTO!)