Campeche

El alcalde espurio de Carmen, Oscar Rosas González, desaprovechó la oportunidad histórica de interceder por la ciudadanía carmelita ante el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en temas sensibles que han afectado a la Isla durante el primer año de su errática gestión, como es el caso de la creciente ola de inseguridad que ha arrebatado la tranquilidad a los habitantes de esta ciudad; en lugar de ello, el priista prefirió usar los escasos minutos de acercamiento con el Jefe del Ejecutivo Federal para interceder por intereses particulares a los cuales en realidad representa.

Distante, agazapado en sí mismo y con una mueca de desaprobación a la lucha contra la corrupción y la impunidad manifestada por el Gobierno de la Cuarta Transformación, fue como se mostró durante todo el evento Rosas González, expresando desagrado ante los dichos del Presidente López Obrador de que se acabaron los excesos del Gobierno, que ya no está para servir a particulares sino al bienestar del pueblo.

El mal rostro de Rosas González se debió también al papel decorativo que tuvo en el evento presidencial, pues acostumbrado al elogio del textoservicio, en esta ocasión se vio desamparado sin llamar la atención de medios de comunicación que estuvieron presentes.

El presidente municipal ilegítimo, quien llegó por medio de un fraude electoral, se quitó la máscara de qué intereses son los que en realidad representa y defiende, pues tal como publicó en sus propias redes sociales, usó la pequeña audiencia que tuvo con el Presidente de la República para pedirle por las “pobres” empresas de proveeduría, tan desamparadas ante su voracidad para con Petróleos Mexicanos (PEMEX), y ni una sola palabra de beneficio para los carmelitas de a pie.

Oscar Rosas consignó su encuentro en su perfil oficial de la red social de Facebook, donde afirmó que “a nombre de la gente” le pidió agilizar la llegada de PEMEX, pero también por “los pagos pendientes a proveedores locales y foráneos”.

Cabe destacar que dichos grupos empresariales se encuentra vinculados en el régimen priista que impera en la Entidad, y algunas empresas de proveeduría pertenecen directamente a potentados militantes priistas y hasta a integrantes de la clase política carmelita y campechana, los que gustosamente financian campañas electorales como la del propio Oscar González.

Llamó la atención que el alcalde espurio intercediera por estos intereses particulares, pues revela que en primer lugar es un “cabildero” de particulares, y no autoridad local que vele por el pueblo.

(Texto y fotos: Redacción /

POR ESTO!)