Campeche

Existe un total desinterés de las autoridades municipales para investigar la situación de los menores que laboran en las calles, que se encuentran vendiendo chicles y golosinas en el primer cuadro de la ciudad, e incluso en la puerta del Ayuntamiento del Carmen; menores en edad escolar pero que desafortunadamente, quizás por el desempleo, se ven en la necesidad de apoyar a sus padres para los gastos del hogar o son menores explotados, dijo Froilán Palestino Cruz, delegado estatal del Frente Nacional de Pueblos Indígenas y Comunidades Marginadas (FNPICM).

Consideró que es lamentable que en pleno siglo XXI, las autoridades municipales no protejan a los menores en edad escolar para que dejen de ser explotados laboralmente, pues en los últimos días se ha visto el incremento en el número de menores salen a vender golosinas, chicles e incluso cigarros sueltos para llevar el sustento al hogar, o de plano están siendo explotados por algunos adultos que han visto en los pequeños un “modus vivendi”.

Indicó que en Ciudad del Carmen existe la dependencia denominada Procuraduría Auxiliar de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, y se encuentra en las instalaciones del DIF, pero tal parece que no realizan el trabajo adecuado para proteger a los menores, pues incluso hasta en la puerta del Ayuntamiento se puede observar a los menores vendiendo y los clientes de estos niños son los propios empleados de la comuna que salen para consumir los cigarros sueltos.

¿Dónde están las autoridades para proteger a los menores? Esos representantes sociales que devengan sus salarios del erario deben realizar sus trabajos como corresponde, pues cada día se observan a los menores vendiendo en el Centro de la ciudad, exponiéndose a cualquier peligro, sin importarles a los padres ni a las autoridades correspondientes.

Añadió que, de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en México hay 3.2 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 17 años de edad se encuentran en situación de trabajo infantil. Esto “constituye una práctica violatoria de los derechos de niñas, niños y adolescentes que afecta su desarrollo físico, psicológico y su dignidad, y les genera graves consecuencias en su futuro”.

“Desafortunadamente a pesar de que las autoridades estatales y municipales, tienen conocimiento del grave daño que les ocasionan a los menores con la situación de trabajo, no hacen nada para combatir este problema social que está dañando a los menores, pues en vez de ir a las escuelas se les puede observar laborando en las calles ante la vista de las propias autoridades, en este caso del municipio de Carmen”, concluyó.

(Texto: Fernando Kantún /

Fotos: F. Kantún / POR ESTO!)