Campeche

Vecinos no alcanzaron ni las ‘propuestas’ de Rosas

Durante campaña, el espurio Oscar Rosas González no se apareció por las calles más marginadas de la colonia 23 de Julio, porque sabía los iba a relegar, ahora los vecinos siguen demandando que les reparen sus calles, pero continúan ignorados, ellos se han tenido que encargar de mantener sus calles “bien”.

“Aquí hace mucho que no vienen a dar mantenimiento, la gente ha empezado a rellenar, nosotros lo que hicimos ha sido regular la calle, todo el tiempo vivimos tapando los baches, porque se hacen unos huecotes, está todo muy horrible, ya más de 13 años que yo llevo viviendo, y antes estaba mucho peor”, declaró Fabiola López Lanz.

Asimismo, mencionó que de nada sirve el relleno, porque al poco tiempo se deslava, y que en algunas ocasiones han ido maquinarias pero sólo raspan las calles, no las pavimentan y las dejan peor que antes.

“No vienen a ver por acá como está, ya hemos metido escritos para que nos arreglen las calles, pero no nos hacen caso, hemos pedido por la Caoba, Almendros y Guayacán, y hay unas que antes eran intransitables, pero nos encargados de las pozas, echando arena, y al menos ya los carros pueden entrar por aquí, antes no entraban los taxis”, expluso en entrevista.

Daños a su propiedad

Dijo que su carro igual ha visto afectaciones al momento de pasar por esas calles, y cuando llueve se les pone peor, incluso ha optado por abrir una segunda entrada, para no tener tanto problemas y no inundarse.

“El otro día hice un comentario en facebook, de cuando dijeron que iban a regalar escombro para las calles, y yo sí pregunté que la 23 de julio para cuándo, y ahora que hay mucho mosco, tampoco nos envían a fumigar; hace como dos meses pasó el del centro de salud si han venido a fumigar, les dije que no, y me dijo que los fumigadores pasan el reporte de que vienen seguido, peor nunca han pasado, y en la noche está horrible los moscos”, subrayó.

La única atención que han recibido ha sido por parte de CFE, pero de ahí en fuera no, las peticiones de calles y alumbrado público son ignoradas, a duras penas sirven dos y los mismos vecinos alumbran con sus focos.

Toman la seguridad

en sus manos

Respecto a la seguridad, los mismos vecinos se han cuidado y se avisan, y afortunadamente han disminuido los asaltos, pero los policías nunca llegan por esas calles, no les gusta o les da miedo.

“Las únicas veces que los policías de aquí entran es cuando vienen comandados por la Marina o el Ejército, pero mientras, no, ni cuando uno hace reportes y les piden que vengan, de plano brillan por su ausencia”, concluyó la vecina.

(Texto: Dayana Alcalá /

Fotos: Romario Sansores)