La venta de carnes rojas en el principal centro de abastos Pedro Sainz de Baranda aumentó hasta 50 por ciento, debido a las festividades decembrinas, y permaneció así durante los primeros días de enero del 2020, señaló Marcos Sánchez Ramallo, expendedor de carne de cerdo.
El matarife reconoció que desde la semana pasada las ventas comenzaron a tener mayor repunte, por lo que los tablajeros se vieron obligados a matar más animales en comparación con los días ordinarios.
La carne de cerdo y res se ha mantenido entre los 65 y 80 pesos y los 100 y los 120 pesos, respectivamente, dependiendo la calidad y la zona de donde se saque la carne. “Claro, no es lo mismo comprar carne con hueso a un filete o una milanesa”, por esa misma razón es que los carniceros consideran que seguirán vendiendo; los productos marinos tienen un costo algo elevado, incluso más que la carne roja y es que tienen que tomar en cuenta que lo que los ciudadanos buscan es rendimiento en los alimentos.
Carniceros de la central de abastos aseguran que a pesar del pronunciado aumento a la canasta básica este no ha interferido con la comercialización de sus productos, “es como todo, hay días buenos y días malos, pero por lo regular la gente acude diariamente a comprar la carne para su comida”.
El inicio del Año Nuevo no representa mejora para los comerciantes, así como tampoco representa lo peor en ventas para los tablajeros y carniceros del mercado principal, dado que las ventas se encuentran estancadas ante una economía muy pobre en todos los sentidos. Los costos se mantienen desde hace un par de años, pero esto no significa que por temporadas vaya a aumentar, así lo dieron a conocer vendedores de estos productos, mismos quienes esperan que la situación mejore este año.
En el caso de los carniceros, mencionaron que durante las fiestas decembrinas y Año Nuevo tuvieron muy buenas ventas y pese a la llamada “cuesta de enero”, no esperan que sus ventas se diluyan mucho, a pesar de que la economía los campechanos está lacerada por los gastos de fin de año, pero se sigue vendiendo producto, sacan lo necesario para hacerse cargo de sus gastos, tanto en salarios, compra de producto y para el pago de luz e impuestos.
“No podemos decir que nos estamos muriendo, la situación se ha tornado difícil pues nosotros somos los mismos dueños, pero nos hacemos cargo de nuestros gastos, aún más con tanta competencia desleal de las empresas dedicadas a introducir la carne”, destacó Pedro Chuc.
(Karina Gómez)