Como consecuencia de tener uno de sus principales sitios de anidación a la vera de la carretera Campeche-Lerma, en antiguo banco de materiales pétreos, los cormoranes sufren las consecuencias, al ser aplastados muchos de sus polluelos, por los automóviles que circulan por la citada vía.
Cada año, son miles de cormoranes que anidan entre la vegetación que crece en las faldas de los cerros de Lerma, a los pies de los cuales está ubicada la carretera federal, que en realidad se ha convertido en una extensión de la Avenida Resurgimiento.
Es precisamente en estas fechas cuando los polluelos de estas aves comienzan a ensayar el vuelo y tienen la apariencia de una ave adulta, sin embargo, son bastante vulnerables cuando no logran concretar el salto en hora pico.
Se sospecha que, durante las noches, quienes circulan por la citada vialidad, accidental o intencionalmente, propician que los animales que ahí anidan entren en pánico, pero sobre todo los polluelos caigan de sus nidos e instintivamente traten de ir a los sitios más iluminados, que en este caso es la carretera, en donde los automovilistas los aplasten.
Hasta ahora ninguna autoridad ni grupo ecologista se ha ocupado de este problema, a pesar de que está muy a la vista. Aparentemente, las autoridades únicamente se han dado a la tarea de recoger los cadáveres de las desafortunadas aves que año tras años resultan aplastadas.
En diciembre es más notoria la mortandad por aplastamiento de estas aves, debido a que es suspendido el servicio de limpia y no hay quien los quite del camino, haciéndose evidente la masacre anual de cormoranes.
Apenas el año pasado, Marco Celis Saavedra, coordinador de Aves Urbanas de la Comisión Nacional de la Biodiversidad (Conabio), propuso crear el santuario del cormorán en Campeche, como una opción para evitar que plantas e insectos invasores sigan acabando con los ecosistemas marinos en la bahía, reveló el investigador.
Señaló que en esta capital existe una población promedio de 3 mil de estos ejemplares, también conocidos como cuervo pato, que de manera espontánea se asentaron desde hace muchos años frente a un banco de material ubicado plena Avenida Resurgimiento, en esta capital, para establecer su centro de reproducción.
Hay 40 especies de aves acuáticas, cormoranes
Phalacrocoracidae es una familia de aproximadamente 40 especies de aves acuáticas comúnmente conocidas como cormoranes. Recientemente se han propuesto varias clasificaciones diferentes de la familia, y aún se discute el número de géneros.
La denominación de cormoranes ha sido asignada a diferentes especies de los géneros que conforman la familia. Los cormoranes de doble cresta son aves gregarias que casi siempre están cerca del agua. Sus dos actividades principales son la pesca y el descanso, con más de la mitad del día dedicado a este último.
Cuando está en reposo, un cormorán escoge un lugar expuesto en una rama desnuda o en una roca soplada por el viento, y a menudo extiende sus alas hacia fuera, lo que se cree que es un medio de secar sus plumas después de pescar. (Los cormoranes tienen menos aceite que otras aves, por lo que sus plumas se pueden empapar en lugar de derramar agua como la de un pato. Aunque esto suena como una desventaja, se cree que es una adaptación que ayuda a los cormoranes a cazar bajo el agua más efectivamente).
Los cormoranes son aves de tamaño mediano a grande, con un peso corporal que oscila entre 0,35 y 5 kilogramos, la mayoría de las especies tienen plumas oscuras. La cuenta es larga, delgada y enganchada. Sus patas tienen correas entre los cuatro dedos.
Todas las especies se alimentan de peces, capturando la presa buceando desde la superficie. Son excelentes buceadores, y bajo el agua se impulsan con sus patas con la ayuda de sus alas; se ha descubierto que algunas especies de cormoranes se sumergen hasta 45 metros de profundidad. Tienen alas relativamente cortas debido a su necesidad de movimientos cortos bajo el agua, y por lo tanto tienen un desgaste de vuelo más alto que cualquier ave voladora.
Los cormoranes anidan en colonias alrededor de la orilla, en árboles, islotes o acantilados. Son aves costeras más que oceánicas, y algunas han colonizado aguas interiores – de hecho, el ancestro original de los cormoranes parece haber sido un ave de agua dulce.
(Joaquín Vargas)