Unas de las problemáticas que presenta la Isla en cuanto a las demandas ciudadanas en temas ambientales es que no se cuenta con oficinas de las delegaciones de Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por lo que es necesario que se instale una con la finalidad de que las denuncias por contaminación avancen de forma exitosa, señaló Miguel Benítez Heredia, presidente de Ecovigilantes Carmen A.C.
Ante la problemática de la falta de una planta de tratamiento para aguas negras y que los empresarios derraman sus líquidos al aire libre en terrenos de fraccionamientos a las afueras de la ciudad, el ambientalista señaló que existe una problemática de políticas públicas y por ese motivo no se cumplen las leyes ambientales en la ciudad.
“¿A dónde acudir?”
“Aquí en la Isla no contamos con una oficina de la Profepa, por ello, las personas no saben a dónde acudir para denunciar actos de ecocidio o contaminación que se siguen dando en la ciudad y nadie hace nada”, expresó.
Asimismo señaló que las dependencias de cuidado del medio ambiente en la Isla no hacen nada, pues el trabajo está en las calles y en los cuerpos de agua de la ciudad, no en las oficinas de la dirección de Medio Ambiente Municipal.
“Lo que tenemos que hacer en lugar de estarnos golpeando es exigir el fortalecimiento de estas instituciones que están para cuidar el medio ambiente, es un derecho que le corresponde a Ciudad del Carmen de pedir mejores instituciones que se encarguen de cuidar y de vigilar los temas ambientales, ya que estamos en una zona de área natural protegida”.
Para finalizar, señaló que a las autoridades se les hace a modo no instalar oficinas de las dependencias federales en la Isla, “el verdadero exhorto es a los que estamos aquí y tenemos el deseo y la voluntad de hacer las cosas porque sabemos se pueden hacer bien, a esos son a los que hay que exhortar para que cerremos filas y realmente hagamos un trabajo que sea histórico por el Municipio de Carmen”.
(Texto y fotos: Ignacio Morales)