Domingo Luna Pérez compartió aspectos de su oficio como huesero, actividad que ha brindado de forma gratuita durante la pandemia luego de fallecer su esposa en los primeros meses de la emergencia sanitaria
En la calle 60 entre 53 y 53-A de la colonia Morelos se instala durante las mañanas el huesero Domingo Luna Pérez, quien a sus 74 años no se deja derrotar pese a la reciente perdida de su esposa quien sucumbió ante los embates del COVID-19.
“Desde hace siete meses que murió mi esposa empecé a dar mis servicios sin cobrar, porque ya no tengo a quien darle nada así que trato a la gente y no le cobro, lo poco o mucho que me lleguen a dar es bien recibido”, destacó Don Domingo.
Desde joven se dedicó al oficio instruido por su padre y con el paso de los años gano experiencia y conocimientos, destacando su paso en la ciudad de Mérida donde luchadores de sumo compartieron ancestrales técnicas de Japón que utiliza hoy en día como huesero en Carmen.
Ya los años de huesero le dejan de referencia entre la ciudadanía que le tiene la confianza para aliviar sus dolencias musculares y a pesar de tener una discapacidad física señala que no ve difícil la vida ya que tiene sus manos que le permiten ayudar a las personas con el conocimiento adquirido con el paso de los años
Por Emmanuel Sansores