Campeche

Especialista de Ciudad del Carmen llama a la prevención para evitar el cáncer de mama

Además de la autoexploración, acudir con un especialista es fundamental para prevenir el cáncer de mama, señala la doctora Libia Gamboa.
La muerte por este mal es la tercera causa de letalidad entre los tumores malignos. Foto: Irene Barradas.

El mejor tratamiento para el cáncer de mama es la prevención o detención temprana; por eso especialistas recomiendan que de manera periódica se visite  al ginecólogo.

“Lo más importante es la autoexploración pero también es indispensable acudir con un especialista, ya que a veces se necesitan ciertos estudios para prevenir el cáncer cervicouterino o de ovario”, mencionó la doctora Libia Gamboa

Lamentó que muchas mujeres dejan pasar los años sin ir al ginecólogo, bajo el argumento de que ha pasado su edad fértil o porque consideran que son muy jóvenes para asistir, sin saber que es importante hacerlo ya que se puede prevenir cualquier patología.

Un diagnóstico temprano de cáncer de mama permite actuar rápidamente y  alcanzar una mayor probabilidad de curación, por eso es recomendable realizar mamografías periódicas a partir de cierta edad, generalmente después de los 40 años, pero debido a la existencia de antecedentes familiares se sugiere realizarlas desde edades más tempranas.

Recomendación

“Es necesario conocer las posibles señales que alerten  la presencia de cáncer de mama; es fundamental una dieta balanceada, realizar ejercicio, evitar el alcohol y el cigarro”, aseguró la especialista.

Destacó que con base en estadísticas, el cáncer de mama destaca como la tercera causa de muerte por tumores malignos; en las mujeres se observa el mayor impacto en comparación con los varones, pues dos de cada 10 fallecimientos femeninos se deben a esta enfermedad.

Lo que es otro hecho es que la modernidad ha traído consigo un incremento en la enfermedades de toda clase, metabólicas, mentales, cardiovasculares, entre otras, y estas a su vez inciden en la aparición de males cancerígenos; igualmente están involucrados en su aparición los hábitos de conducta propios de esta época, como el sedentarismo.

No pueden quedar atrás los alimentos y bebidas con contenidos químicos o provenientes de adulteraciones biogenéticas de granos y animales.

Por Irene Barradas