Tras el confinamiento que ocasionó la pandemia del COVID-19 una señora emprendedora busco una distracción en su hogar y se dedicó a la elaboración de camas para mascotas, con material reciclable, actualmente sale a las calles a ofertar este producto a bajo costo en el cual ha tenido muy buena aceptación por parte de los ciudadanos.
“A causa de esta pandemia personas se quedaron sin trabajo, afortunadamente no es mi caso porque mis hijos me apoyan, pero quise distraerme en casa y se me ocurrió esta idea de reciclaje de las cajas, yo le busque la forma y el modo de decorarlas”, mencionó Eva Patricia Gómez Montes.
Destacó que implementó una forma de poder economizar y las personas puedan comprar, agregó que el costo es de 60 y 110 pesos de acuerdo al tamaño, en el cual demuestra toda su creatividad en cada artículo.
Agregó que el confinamiento le creo una oportunidad para disfrutar de su pasatiempo favorito, el arte, la costura y el reciclaje; al momento de salir a ofertar su producto implementa todas las medidas estrictas de prevención.
“Si es mucho trabajo pero es algo que disfruto realizar, la otra ocasión hice alrededor de 6, comencé a trabajar como a las 7:00 de la noche y yo emocionada, es un trabajo que hago con mucho cariño, se me va el tiempo y cuando me di cuenta ya hasta había amanecido”, afirmó.
Reiteró que disfruta este trabajo y le da mucho gusto como las personas la felicitan por su trabajo, encontró una distracción para salir del estrés o la ansiedad que ha creado el aislamiento social.
Indicó que está teniendo un sustento extra para poder ayudarse con sus gastos personales, afortunadamente ha tenido muchos clientes ya que la mayoría de las personas consienten a sus mascotas.
“No las vendo caras trato de economizar para poder apoyar a las personas, ya que en los supermercados es muy costoso, en cambio aquí ofrezco un producto personalizado, decorado y hecho con mucho cariño”, insistió.
La emprendedora se encuentra ubicada en el parque de Juan B. Caldera de 11:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde.
Por Irene Barradas