Al conmemorarse hoy el 480 aniversario de la fundación de la ciudad de San Francisco de Campeche, conserva su originalidad, tradición y cultura, reconocida por la Unesco con la declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad y es recordada además de ser el escenario de la celebración de la primera misa en suelo americano.
Mucho antes de ser poblada por españoles en lo que se le conoce como “La Conquista Española” el suelo que actualmente corresponde a la demarcación de la entidad estuvo habitada por los pueblos originarios mayas. Sus veredas, eran el paso obligado de los itzaes y los xiues, civilizaciones asentadas en las zonas de humedales como el Petén y las partes altas, mismos que fueron los, conquistadores de las grandes ciudades de Chichen-Itza y Uxmal, que en su momento fueron el corazón del señorío de Can Pech que significa “lugar del Señor Sol garrapata”.
La zona contaba con una población mediana que contaba con aproximadamente 15 mil habitantes y donde se había edificado ya, un aproximado de tres mil viviendas realizadas de manera artesanal usando los palos, lodos y guano de la zona.
Histórico El 22 de marzo de 1517, llegó la primera embarcación a las costas y aunque no existen documentos ni registros, se dice que en ese año se ofició la primera misa en suelo firme de todo el continente americano; el único referente que existe de tal hecho, es un muro colocado en la iglesia de San francisco, mismo que aseguran, fue el recinto donde se realizó la histórica celebración.
En 1540 llegaron los primeros españoles que se asentaron en suelo campechano, siendo Francisco de Montejo, mejor conocido como “El Mozo”, quien decidió fundar una villa en el lugar que actualmente ocupa la plaza de la Independencia (Parque principal) de Campeche, decretando así, la creación de San Francisco de Campeche, llamada antes San Lázaro y Salamanca.
Desde 1559 hasta 1597, campeche fue sede de un sinfín de invasiones, algunas solo se quedaron en el intento pero otras como el que realizó William Parker, supuesta defensa heroica del capitán Alcalá en “La Torrecilla” generó que los campechanos se tuvieran que refugiar en el convento de San Francisco.
Tres años después del último intento por penetrar Campeche, se inicia la construcción de la zona amurallada, así como las primeras obras de defensa de la villa, las fuerzas de San Benito en la playa del barrio de San Román, el bonete en la plaza principal y San Bartolomé en la playa cercana al convento de San Francisco.
Pero ni los fuertes ni el orden armado lograron que 12 años después, saquearan la villa a manos de “pie de palo” y “ Diego el mulato”. La defensa se realiza en tres trincheras que son capturadas. Desde entonces, se continuaron con los trabajos de fortificación, adecuaciones y modificaciones a los ya existentes a fin de evitar nuevos ataques.
Los trabajos concluyeron en 1703, en ellas se contemplaban ocho baluartes y las cortinas excepto una que tenía apenas un metro de altura. Posterior a ello, se plantea la necesidad de rodear con un foso a la muralla. Corría el año de 1765 cuando se le concede a la península de Yucatán la autorización para comerciar libremente.
A partir de ese momento pueden entrar al puerto las embarcaciones de naciones amigas para que, años más tarde, con el anuncio de la liberación de impuestos al palo de tinte; se inicie con el auge comercial de la villa. Fue entonces que Campeche se convirtió en un activo puerto comercial que centraba su atención en la explotación de dicha madera que entre otras cosas, era usado para la fabricación de colorantes y la fabricación de embarcaciones mayores.
Puerto
Ya la entidad fungía como el puerto de entrada y salida de la provincia de Yucatán hacia la metrópoli hispana, lo que propició volver a poner en los ojos de los saqueadores a la entidad, siendo principalmente los ataques de piratas ingleses y holandeses los más registrados. De los más recordados en la historia se encuentran la realizada por Henry Morgan; y William Parker, que buscaban no sólo apoderarse de las riquezas sino menoscabar el poderío de España. Cuando llegó el 1777 La villa fue elevada a la categoría de ciudad por Cédula Real de Carlos III en el mes de octubre.
Posterior a la independencia Campeche aún pertenecía al estado de Yucatán al ser un departamento del mismo; sin embargo, el 7 de agosto de 1857 Pablo García encabezó un movimiento liberal que desencadenó la liberación y proclamación de campeche como estado independiente el 29 de abril de 1853.
Durante 1848 se registró la rebelión de los habitantes originarios, el cual tuvo por nombre “guerra de castas” el cual fue iniciada en Yucatán para tratar de invadir el Partido de los Chenes donde la población blanca y mestiza de esa zona junto con varios pueblos y villas yucatecas se hacinan tras las murallas de la ciudad para recuperar el territorio.
Actualmente, la edificación del perímetro amurallado ha sido pieza fundamental para que la entidad sea considerada como la única fortificada de México y la que mayor conservación de su estado original resguarda. Además fue el punto de partida para que el turismo nacional y extranjero la visite. Además, entre sus arboledas guarda selvas casi vírgenes que cobijan una de las ciudades mayas más importantes del mundo, se trata de Calakmul, sitio que además de guardar hechos históricos, también es hogar de especies de fauna amenazadas, por ejemplo: jaguar, ocelote, tigrillo, mono araña, mono aullador, oso hormiguero, faisán, águila arpía y tapir, pero que además le valió el nombramiento de Patrimonio Mixto de la Humanidad.
Turismo
En la actualidad la entidad ya está ubicada dentro del turismo mundial como un lugar con legado de historia y cultura, gran atractivo para los visitantes europeos, principalmente. La actividad turística en la entidad es evidente con su incremento de infraestructura hotelera, pero además, el desarrollo del turismo sustentable en la región de Calakmul y el fortalecimiento del producto turístico y el inicio del equipamiento en Ciudad del Carmen representan un soporte fundamental para la imagen de Campeche.
Por Jorge Chan