La pandemia de COVID-19 provocó una crisis para alineadores de pescado en el Mercado Público Alonso Felipe de Andrade de Ciudad del Carmen, pues durante estos meses se mantienen con el poco trabajo solicitado por los restaurantes de mariscos.
Isabelino May de 61 años platicó el trago amargo con que se mantiene en estos tiempos, pues la pandemia vigente hizo mermar sus ingresos que obtenía como alineador de pescados en el mercado, oficio que ejerce desde hace más de 36 años.
Mientras descamaba unos Robalos, Don Isabelino relató que desde el inicio de la contingencia sanitaria en marzo vio un descenso notorio en el servicio que brinda en la palapa a escasos metros de la pescadería.
“Por la gente dejamos de ser requeridos y estos últimos meses lo que nos ayuda a mantenernos son los restaurantes que cada semana traen las marisquerías, pero también el trabajo que nos daban ellos ha disminuido porque sus ventas también cayeron, esta situación nos golpeó a todos”, externó Isabelino May.
Con el cambio al Semáforo Verde, señala que se ha notado mayor afluencia en el centro de abastos, sin embargo esto no les ha beneficiado pues pocas personas solicitan el servicio a las afueras de la marisquería.
Sacándole provecho a su actividad, Don Isabelino compartió que las escamas que retiran a los ejemplares del mar se van recolectando, se lavan y secan al sol, para venderlas a los artesanos que las usan para elaborar manualidades típicas de la Isla.
Por Emmanuel Sansores