Luego del Buen Fin, la movilidad social se redujo de manera considerable en la ciudad, las calles lucen semivacías y el flujo turístico es inferior a lo que se registró del 6 al 20 de noviembre. Los comercios aún siguen con su ciclo de ofertas pero las ventas del domingo volvieron a ser como las de manera habitual.
Desde que inició la jornada de ofertas se elevó la presencia de campechanos por las calles, durante la primer semana, fue cuando las calles del centro histórico se volvieron casi intransitables, al grado de que la Secretaría de Salud pidió extremar las medidas de higiene y sana distancia para evitar rebrotes por COVID-19, sin embargo, el viernes 20 de noviembre, la asistencia empezó a reducirse.
El sábado aún era perceptible una alta movilidad pero menor a la que se presentó en días pasados; las calles ya no estaban inundados de compradores, las fachadas de los comercios ya no ofertaban productos con ofertas y eso, redujo también las razones para que existieran compradores.
En los establecimientos de productos del hogar ya no era notoria la presencia de compradores, no así, en las que ofertan prendas de vestir, ya que en ellas, el aforo se notaba alto, muy a pesar de que en los ingresos principales existen filtros sanitarios para evitar que puedan entrar números de personas superiores al 50%.
Tanto la calle 53, que es donde se ubica la mayor parte de los negocios comerciales, como la calle 59, donde se ubica el corredor restaurantero lucieron con bajo número de visitantes. Cabe recordar que estos dos puntos de la ciudad amurallada, son las que convergen, el mayor flujo de personas.
En los alrededores, apenas se podía ver a grupos familiares reducidos, no obstante, los grupos turísticos eran superiores, Ricardo Muñoz, encargado de un restaurante bar, en el centro, señaló que la intención de comprar se elevó conforme se llegaba al último día del Buen Fin pero que desde el sábado cayó.
“Yo creo que ya la gente se gastó lo de su aguinaldo, otros sus quincenas, ahorita, seguro ya no tienen dinero para venir a comprarnos. La semana pasada vendimos varios televisores y climas pero ahora, ya la gente ni entra a echarle un ojo a los precios que continúan bajos” señaló.
En los espacios de turismo como los tranvías también lucieron un poco vacíos. En nuestro recorrido por el centro, el domingo sólo nos pudimos percatar de la presencia de dos tranvías, uno de ellos, se encontraba vacío, mientras que el sábado, los cinco se encontraban operando. En las calles, la presencia de visitantes, en su mayoría del interior del país y unos pocos de la región peninsular.
Es oportuno recordar que este es la octava semana en semáforo epidemiológico en color verde, es decir, que las restricciones sanitarias son menores a las del resto del país, sin embargo, las autoridades sanitarias no han reportado rebrotes por coronavirus.
Por Jorge Chan