A poco más de 50 días de haber sido demolido el rastro municipal, hasta el momento se desconoce cuándo entrará en funciones el nuevo que se construye con recursos estatales y que se encuentra en su fase de equipamiento.
Mientras tanto, abastecedores sacrifican reses y cerdos en un terreno ubicado afuera de la ciudad que se habilitó para tal fin, pero las lluvias lo dejaron en malas condiciones.
Por lo anterior, piden agilizar la conclusión de la nueva casa de matanza para garantizar la salubridad en los productos.
En recorrido por el área habilitada, se pudo constatar que es un tinglado que contiene mesas y un área para calentar agua y cerca están los corrales de los animales, además cuenta con una pipa para cargar la pila y garantizar el abasto del líquido necesario para limpiar la carne.
Al respecto, José Peregrino Novelo Ceh, con 35 años dedicados a la actividad, reconoció que el rastro municipal estaba dentro de la mancha urbana y era necesaria su reubicación, pero el edificio se demolió antes de que el nuevo rastro estuviera concluido y por ello ahora pasan apuros para desempeñar su actividad laboral.
Por Jorge Uc