VALLE DE YOHALTÚN, Champotón, Cam., 28 de febrero.- Empresarios del ramo agrícola en coordinación con instituciones de la Federación como la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), procedieron a la inhabilitación de la mayoría de las aeropistas existentes en el enorme complejo agrícola de Yohaltún, lugar donde han tenido lugar aterrizajes de aeronaves cargadas con cocaína, siendo el último evento de ese tipo, el que tuvo lugar en noviembre del año pasado.
Este viernes, luego de que corriera la versión sobre la detección de un vuelo ilegal sobre territorio campechano, los reporteros de esta casa editora llevaron a cabo un recorrido por la zona de cultivos intensivos (Sistema de Riego) del Valle de Yohaltún, en donde se siembra en forma intensiva arroz, maíz y sorgo, constatándose que tal y como se ha informado oportunamente a través de POR ESTO! se han estado realizando acciones preventivas para poner freno a las operaciones de narco-aeronaves.
En algunos casos, ha sido personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la que ha procedido a destruir las aeropistas que carecen del permiso correspondiente o de las cuales se tiene constancia de que están siendo utilizadas para operaciones ilícitas.
En otros de los casos se ha observado que son los propios dueños de las aeropistas quienes han colocado obstáculos (maderos, escombro, tambores llenos de escombro o algún líquido), para de alguna forma evitar los aterrizajes clandestinos.
Que NO aterrizó la aeronave detectada
Aunque vecinos y algunas autoridades consultadas por POR ESTO! confirmaron que el jueves –muy temprano- tuvo lugar el sobrevuelo de una aeronave (al parecer una avioneta Cessna) y que una hora después circularon por el lugar varios vehículos de la SEDENA y de otra institución que no pudieron identificar.
Sin embargo, los lugareños que se atrevieron a abordar el tema afirmaron que realmente los sobrevuelos tuvieron lugar los días miércoles y jueves, aunque en esta ocasión, el movimiento policial y militar fue mucho menor al que han tenido lugar en otras ocasiones, cuando se tiene conocimiento de algún vuelo ilegal sobre los terrenos agrícolas del Valle de Yohaltún.
“Eran cuatro vehículos de la SEDENA y dos más de color gris, pero no tantos como hace 15 días, cuando sí vimos como más de 10 vehículos con muchos soldados que se fueron rumbo a Yohaltún”, declaró un vecino de Villa Guadalupe, comunidad en donde tuvo lugar el decomiso de mil 250 kilogramos de cocaína y se detuvo a dos personas, según informó en su oportunidad el propio Ejército Mexicano el 13 de septiembre del 2019.
Fue precisamente en uno de los amplios terrenos del Sistema de Riego del Valle de Yohaltún, en donde el 20 de noviembre del 2019, la SEDENA aseguró una avioneta Cessna y decomisó más de 450 kilogramos de cocaína, que fue descargada en la zona, bajo el denominado método del “bombardeo” o posiblemente fue abandonada por los narcotraficantes, ante la posibilidad de ser alcanzados por los militares.
En esa ocasión, después de aterrizar la aeronave, la resguardaron en el hangar de una de las empresas agrícolas asentadas en el lugar, pues a pesar de que ésta fue aterrizada sana y salva, sus tripulantes no pudieron abastecerla de combustible para hacerla despegar.
Sin embargo, debido a las experiencias que se han tenido lugar en otros terrenos tecnificados, principalmente en Hopelchén, no se descarta que la red de caminos –la gran mayoría de trazo lineal- que comunican a este complejo agrícola de más de seis mil hectáreas, están siendo también utilizados por la Delincuencia Organizada para llevar a cabo sus ilícitas operaciones.
El Distrito de Temporal Tecnificado N°15 del Valle de Yohaltún, fue construido entre las décadas de los 70´s y 80´s y consiste en una cuadrícula de lotes agrícolas con una superficie de 400 a 500 hectáreas por lote, asociados a un sistema existente de
Debido al éxito relativo que tuvo en su momento, el programa para el cultivo de arroz fue dotado de lo último en tecnología, lo que incluyó la fumigación aérea, motivo por lo cual fueron construidos hangares, mismos que en su mayoría se encuentran en franco deterioro, salvo los que fueron recuperados en años recientes y que están en uso.
Como es de suponerse, en el lugar fueron construidas varias aeropistas que estaban al servicio de las empresas de fumigación aérea, sin embargo, en la actualidad se desconoce si existen permisos para dichas actividades, aunque se sabe que eventualmente tienen lugar operaciones por parte de aeronaves fumigadoras.
“Operativo señuelo”
Cabe hacer mención que según información digna de crédito, se ha detectado que los narcotraficantes están usando, además de aviones a reacción, que pueden maniobrar a mayor o igual velocidad que las aeronaves militares de los gobiernos de México, Guatemala y Belice, también suelen enviar una avioneta que sirve como señuelo, misma que puede transportar o no droga y que generalmente termina siendo quemada, para atraer la atención de las autoridades y de los medios de comunicación.
Precisamente el jueves pasado, otra aeronave –que habría sobrevolado por lo menos parte del territorio de Quintana Roo- fue asegurada en el vecino país de Belice, en un camino costero. El avión –un Gulfstream G200- fue utilizado para transportar un total de 70 paquetes de cocaína base.
Este aseguramiento, sobre el que se dan más detalles en la sección de Quintana Roo, se logró gracias al acuerdo internacional de cooperación existente entre México y Belice.
NO se descarta que la aeronave, cuya traza de la aeronave detectada sobre Campeche el jueves pasado, podría estar relacionada con el aseguramiento que tuvo lugar en la excolonia de Inglaterra.
Es necesario mencionar que en el caso de Campeche, se había notado una disminución en la incidencia de sobrevuelos, al menos durante el último mes del 2019 y el primero del presente año, sin embargo, todo parece indicar que los narcoaviadores reiniciaron sus operaciones, ante la instensa demanda de droga que prevalece en Estados Unidos.
Seguirán narcovuelos
El cerco que por vía marítima han impuesto los gobiernos de Estados Unidos y México a los traficantes de cocaína de Sudamérica y a sus compradores mexicanos, ha propiciado que en los últimos años, los cárteles de la droga hayan retomado su confianza en el transporte aéreo.
Se sabe que como consecuencia, los países como Honduras, Guatemala y México –principalmente los estados de la Península de Yucatán y Chiapas- se han convertido en un enorme aeródromo y cementerio para las aeronaves del narco.
(Nota y fotos: Joaquín Vargas)