Aunque pueden ser acciones atribuibles a grupos delincuenciales locales y no a ningún cartel de los que conforman la Delincuencia Organizada, es una realidad que, desde hace varias semanas, se ha pretendido cobrar derecho de piso a varios negocios de la capital campechana, sobre todo los denominados giros negros y restaurantes bar.
Hasta el momento, se sabe que sólo en uno de los casos los delincuentes han hecho acto de presencia en un local para exigir al dueño de éste el pago correspondiente a la “cuota de protección”, pero que la mayoría de los intentos de extorsión se están realizando vía telefónica.
Los delincuentes, que al parecer pertenecen a una banda local, cuyos cabecillas residirían en las colonias Minas y La Peña, se están valiendo de la famosa llamada en la que advierten a los propietarios de los negocios que “ha llegado un nuevo grupo que se hará cargo de la plaza” y cuyo jefe exige el pago de cierta cantidad de dinero.
Como suele ocurrir en estos casos, los extorsionadores cuentan con información básica del dueño del negocio, como son el nombre de hijos, padres, esposa, domicilio e incluso de algunos aspectos íntimos de la víctima en potencia.
En varios casos, la capacidad de manipulación de estos individuos ha sido tal que los encargados o dueños de los establecimientos han obedecido las exigencias de los delincuentes, que consiste en que se les deposite cierta cantidad de dinero.
Se sabe que las autoridades tienen conocimiento de este problema, por lo que éstas recomiendan no acceder a las peticiones de los extorsionadores y que existen varios expedientes vinculados con el tema.
De acuerdo con las indagaciones hechas por los reporteros de POR ESTO!, quienes están llevando a cabo estos actos ilícitos son delincuentes locales, que precisamente están echando mano de las tácticas de la Delincuencia Organizada e individuos que operan desde las cárceles.
Otro de los métodos que utilizan es la supuesta entrega de productos o mobiliario que aparentemente fue solicitado por el negocio y por el cual se debe pagar un anticipo. Para fortalecer el proceso de extorsión, los delincuentes manifiestan a la víctima que el producto está en camino y que se requiere del pago inmediato.
Aunque suena demasiado absurdo, estas artimañas han funcionado en muchas ocasiones y por lo general concluyen con la realización de pagos que afectan la economía de los negocios.
NO ceder ante extorsionadores
Uno de los indicadores de que el reclamo de pago por derecho de piso son actos delincuenciales instrumentados por hamponcetes locales es el hecho de que hasta el momento estas acciones no van acompañadas de agresiones en contra de los propietarios ni daños patrimoniales, tal y como suele ocurrir en los lugares donde la Delincuencia Organizada lleva a cabo el famoso cobro de derecho de piso.
POR ESTO! realizó un sondeo al respecto con encargados y dueños de establecimientos (cantinas y restaurantes bar) y la mayoría de éstos confirmaron que el problema existe, pero que son pocos los que han caído en las jugarretas de los delincuentes.
Manifestaron que quienes sí han tenido encuentros desagradables con los extorsionadores son los negocios que entran en el concepto de “giros negros”, pero que incluso el problema no se ha arraigado en la capital campechana, ya que éste tipo de establecimientos son pocos.
Reconocieron que el problema existe, pero que son pocos los afectados que se atreven a interponer una denuncia, pues en la mayoría de los casos, aunque se detecta el origen de la amenaza, no existen los elementos jurídicos para ejercer acción penal o actuar legalmente en contra de los presuntos delincuentes o extorsionadores.
(POR ESTO! Campeche)