NUNKINI, Calkiní, Cam., 11 de mayo.- El precio de la chihua cayó de 400 a 250 pesos y probablemente caiga aún más, lamentaron pequeños productores, al señalar como la causa principal a la pandemia, porque no se puede viajar para comercializar el producto, lo que se ha vuelto una verdadera preocupación.
Señalaron que la semilla de calabaza el año pasado el precio de la caja estuvo a 400 pesos, pero por la contingencia sanitaria se ha desplomado a 250 pesos, lo que preocupa al no poder vender por las medidas sanitarias por el COVID-19.
Los campesinos indicaron que hay buenas lluvias, lo que podría generar una buena cosecha; sin embargo el problema es que no hay dónde comercializar, lo que hace que el precio se venga para abajo.
Insistieron en la preocupación porque debido a la pandemia se podría dar el cierre de mercados en los estados de Campeche y Yucatán, donde ahora se encuentran prácticamente blindados y no dejan pasar los productos ni de un lado ni de otro.
En aproximadamente tres a cuatro semanas es cuando los platillos de calabaza empezarían a dar resultados favorables. Es aquí donde empieza otro dilema para los productores de chihua y otros productos, por la carencia de mercados donde comercializar.
Hay quienes acostumbran a sembrar varias hectáreas de este producto cada año, ya que suele haber buenas ganancias, pero este año la situación es diferente y crítica ante la posibilidad de no encontrar mercado y tener que rematar el producto y obtener pérdidas.
La pandemia, dijeron, no sólo ha generado la preocupación por conseguir el alimento diario, sino la preocupación de no poder recuperar lo invertido en los cultivos. Señalaron que esperan el apoyo de los tres niveles de Gobierno, no sólo para obtener algo de ganancia en sus cosechas, sino también para que les brinden ayuda como despensas para salir adelante con sus familias.
(Jorge Aké Gutiérrez)