PALIZADA, Campeche.- Debido al Coronavirus y que llevó a las autoridades a cerrar la entrada de vehículos de Tabasco, entre las que se encuentran las camionetas que compran mojarra y pejelagarto en la zona del río, y que tampoco se esté permitiendo la libre circulación de embarcaciones hacia Ciudad del Carmen, la población está consumiendo más estos productos ya que los pescadores tienen que traerlo para su venta al pueblo.
Mario Brito y José Luis Mojarras, quienes se dedican a la pesca, dijeron que ante la falta de quién les compre la mojarra y el pejelagarto que están agarrando en el río y algunos en lagunas, se están viendo en la necesidad de entregárselas a algunos comerciantes ambulantes para que lo vendan por el pueblo, o bien ellos hacen el viaje para expenderla y de esa manera generar recursos económicos para la subsistencia de sus familias.
También mencionaron que desde que se entró a la fase 2 de la pandemia, las autoridades locales en común acuerdo con el Sector Salud determinaron cerrar los accesos a la ciudad de los vehículos que venían tres veces por semana a comprarles el pescado, lo cual -señalaron- los afectó porque ahora tienen que hacer un mayor esfuerzo para venderlo, ya que además de pescarlos tienen que viajar a la cabecera municipal para ofertarlo.
Se alimentan mejor
Señalaron que afortunadamente en los últimos días se ha incrementado un poco la pesca y se están vendiendo ejemplares de buen tamaño, y que desde su punto de vista es bueno ya que la gente de Palizada tiene la oportunidad de comer mojarras y pejelagarto de buena talla y que no sucede así cuando entran las camionetas a comprarles.
Hay robalo
Afirmaron que si no se tuviera el problema de contingencia y las camionetas que habitualmente les compran durante tres veces a la semana se estarían llevando todo el pescado, y la gente del pueblo se tendría que seguir conformando con comer pescado más pequeño.
Dijeron que también los ha ayudado en mucho que no se hayan dado los torneos de pesca de robalo y que este año se tenían programados dos, ya que pueden pescar este especie y venderla a buen precio, el kilo lo están colocando en 120 pesos, y cuando hay mucha oferta se baja hasta 100 pesos, de todas maneras es una muy buena entrada que tiene el sector.
El problema que se tiene, dijo, es que para pescar y venir a comercializar su pescado tienen que salir de sus hogares y no les permite atender las indicaciones de las autoridades para evitar contagiarse del virus, pero de todas formas alguien tiene que hacerlo y ellos tienen la necesidad de generar recursos para la manutención de sus familias.
(Texto y fotos: Julio Gutiérrez)