Campeche

CHAMPOTON, Cam., 24 de mayo.– Locatarios del mercado “Pablo García” han visto mermados sus ingresos al ajustarse 70 días de la contingencia que provoca el coronavirus en municipios del Estado, al desplomarse las ventas que los deja con lo mínimo para subsistir.

Y es que aseguran los comerciantes que los marchantes sólo gastan en lo mínimo, por lo que no realizan compras de más, siendo la situación difícil al tenérselas que ingeniar para poder sobrevivir.

La contingencia sanitaria por el coronavirus ha provocado desplome de las ventas de los locatarios de diferentes giros de la central de abastos de la ciudad, muchos de los locatarios cuyas actividades no son esenciales por recomendaciones de la COPRISCAM bajaron la cortina de sus establecimientos, en los pasillos del mercado se registran pocos marchantes que acuden a realizar sus compras.

Y es que a causa de la contingencia que provoca el coronavirus, no sólo los comerciantes del mercado público, se ven afectados, sino también a los establecidos en las diferentes colonias y barrios, aseguraron durante un sondeo realizado que ya no están vendiendo como antes.

La falta de dinero de las familias que viven al día y no pueden ir a trabajar por esta situación y solo sufren pérdidas, los orilla a realizar sólo compras mínimas para ir pasando los días con la esperanza que pronto pasara la pesadilla llamada coronavirus.

Al respecto, Don Raúl Torres Cañas, representante de los expendedores de alimentos pescados y mariscos, dio a conocer que debido al “espanto” que se ha generado en la entidad por la cuestión del virus mortal, ha provocado una baja del 50 por ciento en las ventas, por lo cual pide a la ciudadanía no alarmarse e indica que en el mercado público “Pablo García” se trabaja con higiene, pues hay la instrucción en la urgencia de medidas preventivas.

Expuso que hay poca afluencia de visitantes en el mercado y que eso implica la falta de ingresos económicos en todas las áreas de ventas, tales como carnicerías pollerías taquerías locales de abarrotes, de ventas de diversos artículos y ellos, como son el pescado y marisco.

Entre los locatarios de la central de abastos existe la incertidumbre al entrar en la etapa más crítica de esta contingencia, por lo que muchos optan por solo abrir sus negocios y cerrar antes de la dos de la tarde mientras pasa esta eventualidad.

Y quienes están pasando una crisis severa son precisamente los comerciantes cuyas actividades no son esenciales como quienes se dedican a la venta de ropa y otros artículos que no son muy esenciales en estos tiempos, por lo que existe preocupación al prolongarse por más tiempo la cuarentena, aseguran que no tendrán recursos para volver a impulsar sus negocios.

Sumado a las bajas ventas que se están registrando en estos tiempos, porque la poca gente que llega al mercado solo compra lo indispensable para alimentarse y después se regresa a sus hogares.

(José Valencia)