HECELCHAKAN, Cam, 06 de mayo.- Ante la entrada de lleno a la recta final de la contingencia por COVID-19, las ventas de carnes rojas descendieron hasta un 60 por ciento, mientras que la venta de productos del campo se encuentra por los suelos, ambos por perdidas fructuosas por la difícil situación económica y la falta de clientela, aseguraron comerciantes.
Matarifes de la central de abasto indicaron que “al estar en la fase crítica de la contingencia, muchos hecelchakanenses respetan las medidas recomendadas de no salir de casa, aunado a la crisis económica ante la falta de empleos al cerrarse establecimientos que daban trabajo como maquiladoras, bisuterías, tlapalerías, papelerías y zapaterías, situación preocupante porque las ventas han estado bajas desde que inició la recta final, porque mucha gente sacrifica a los animales en sus hogares y las autoridades municipales están apoyando con carnes y despensas”.
Destacaron que “para estos días de abstinencia por recomendaciones sanitarias las carnes rojas han registrado bajas ventas, además de la existencia de una competencia entre las personas que venden en sectores del municipio de manera ilegal, sin medidas sanitarias.
“Los primeros porque exportan en grandes volúmenes y comercializan a más bajo costo, los segundos porque sus productos a veces no son de calidad y ponen en riesgo la salud de los consumidores”, añadieron.
A consecuencia de esto mencionaron que “ya les es más difícil sacar su día para pagar a proveedores, ya que no se puede vender ni medio cerdo o res que se mata en el rastro municipal porque la gente ya no sale y busca mayor comodidad al asistir a comprar en algún lugar cercano a sus domicilios”.
Aseguraron que en el mercado público se encuentran tomando las medidas de salud, limpiando y desinfectando las instalaciones para que los clientes se sientan con la confianza al asistir a comprar sus productos frescos y libres de COVID-19, al respetar las indicaciones del sector salud.
(José Manrique Euán Martín)