RANCHO SOSA, Hopelchén, Cam., 12 de junio.- La zona rural Rancho Sosa se encuentra marginada, pese a quedar inundada y perder el 80 por ciento de su patrimonio. De las autoridades ni sus luces para apoyar en especie o en mercancía, manifestaron los comisarios municipal y ejidal, Marco Antonio Pech Ramírez y José Alfredo Canul Moo, respectivamente, al señalar las pérdidas de colmenas, borregos y cultivos de calabaza y cítricos, entre otros.
Comisarios y ejidatarios se reunieron para detallar las pérdidas; esperan que el Fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN) los tome en cuenta, ya que las pérdidas son irrecuperables, puesto que no se esperaban que una simple tormenta tropical los inundara, al grado de que el agua llegó a una altura de más de 2 metros, en donde la semana pasada un tractor intentó entrar a la zona para buscar las colmenas, pero no pudo.
Jerónimo Caamal Uicab, adulto mayor, perdió sus 32 colmenas y hasta los tinacos desaparecieron. Esta actividad es su único sostén y no sabe cómo volver a empezar, aseguró al entregar la lista de sus pérdidas. Otros campesinos lamentan la pérdida de decenas de borregos, por lo que piden que cuando menos reactiven el Programa de Empleo Temporal (PET) para reparar los caminos.
En total 20 ejidatarios y 10 comuneros con sus familias la están viendo difícil, ya que el Ayuntamiento de Hopelchén no se ha preocupado por estos habitantes, quienes también vieron afectadas sus viviendas.
Aparte, dijeron, está la crisis por la pandemia del COVID-19, de la que se tienen que cuidar y seguir cumpliendo con las medidas y protocolos sanitarios para evitar contagiarse.
(Jorge Amado Caamal Ek)