Una calamidad se vive en Calakmul, donde tras 14 años de sequía los remantes de “Amanda” han dejado diversas afectaciones, como inundaciones y daños a la infraestructura urbana y caminera, por lo que autoridades de ese municipio solicitan apoyo.
El regidor del Partido del Trabajo (PT), Miguel Gutiérrez Sánchez, quien ayer participó en la evacuación de por lo menos media docena de familias en la colonia 10 de Mayo, Buganvilias y Fundadores, solicita los gobiernos estatal y federal el reforzamiento de las acciones sanitarias para evitar más enfermedades, además del COVID-19, que podrían derivar de toda el agua que cayó en esa región.
El también expresidente de Xpujil declaró que la situación podría tornarse crítica, ya que instituciones como el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronostican que la lluvia pudiera prolongarse en las siguientes horas.
“Considero que se debe actuar con prontitud, pues nos encontramos en plena etapa crítica de la pandemia por coronavirus, a lo que podrían añadirse otras enfermedades como el paludismo.
“Por ello es urgente que la Secretaría de Salud inicie la nebulización en todo el municipio, pues con toda seguridad los mosquitos, entre ellos los que contagian enfermedades como el dengue, el paludismo y la chikungunya proliferarán en forma explosiva”, declaró el también ex presidente municipal de Calakmul.
Explicó el entrevistado que, tomando en cuenta que hace alrededor de cinco años cayeron las últimas lluvias abundantes, para luego retornar la sequía, el acumulado de años de estiaje era ya de 14.
Apoyo del Ejército
El militante del Partido del Trabajo (PT) declaró que tuvo conocimiento de que por la mañana un convoy de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) se adentró a las comunidades del municipio donde podría haber problemas con los afluentes temporales, que tras las lluvias torrenciales podrían desbordarse y causar daños a las familias que habitan en sus alrededores.
“Se deben poner en práctica todas las previsiones necesarias, pues en Guatemala llovió muchísimo, lo que anticipa que continuarán los escurrimientos, con las posibles afectaciones al sistema de caminos rurales y estatales.
“Como bien se sabe, desde hace cinco años no llovía en forma tan intensa, entonces seguramente tendremos afectaciones a caminos rurales, cosecheros, así como en la infraestructura urbana.
“Toda la ayuda que pueda darse en este momento a las comunidades es necesaria, por eso hacemos un exhorto a los gobiernos federal y estatal para que intervengan, ya que el Ayuntamiento de Calakmul seguramente quedará rebasado por esta situación”, expuso el regidor.
Por otra parte, el regidor pidió a las autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que investigue la mortandad de peces que tuvo lugar en un cuerpo de agua que rebosó en las inmediaciones del núcleo poblacional del ejido Justo Sierra Méndez.
“No todo es negativo”
Por su parte, el comisario ejidal Eleazar Dzib Ek consideró que al final de la presente contingencia meteorológica espera que no todo resulte negativo, pues desde hace años no llovía con tan intensidad, de tal forma que incluso laguna de Zoh Laguna rebosó, así como varios cuerpos de agua adyacentes.
Luego de más de 9 años sin llover, en el 2015 cayó una fuerte precipitación pluvial que vino a aliviar la situación en Calakmul, sin embargo, en los años subsecuentes de nueva cuenta se agudizó el estiaje, hasta el pasado domingo que volvió a llover sobre nuestro municipio.
Dzib Ek consideró que las precipitaciones pluviales que dejaron los remanentes de “Amanda” sobre Calakmul seguramente generarán efectos positivos en las actividades agropecuarias “y aliviará la sed de la selva y los animales que la habitan”.
Daños en la capital
En la ciudad de Campeche, “Amanda” provocó la caída de postes de alumbrado público, de árboles, inundó calles y casas, debido a la prolongada lluvia durante gran parte del día.
Desde las primeras horas del día, la lluvia fue el único capaz de poder meter a sus viviendas a los campechanos que durante todo el fin de semana hicieron caso omiso a los llamados de la Secretaría de Salud.
Sin embargo, los fuertes vientos trajeron como consecuencia la caída de árboles y postes de energía eléctrica en la ciudad, como lo ocurrido en la avenida Agustín Melgar, lo que provocó el trastorno vehicular, dejó sin energía eléctrica a un sector de la ciudad, obligando la intervención del personal de Protección Civil Municipal y bomberos.
Luego de varias horas de trabajo, se restableció la comunicación en dicha avenida, al mismo tiempo en que se reportaron algunas viviendas con anegaciones, sin que hubiera consecuencias mayores.
Los remanentes de “Amanda” cayeron en forma generosa sobre Campeche, lo que obligó a guarecerse o huir a bordo de sus automóviles a muchos campechanos que se encontraban en la vía pública; en muchos de los casos en forma injustificada.
Algunos ciudadanos, quienes en esos momentos se encontraban en los bancos cobrando sus quincenas y pensiones, tuvieron que soportar el agua, debido a las exigencias de las instituciones bancarias de respetar la sana distancia y no permitir más que cierto número de personas dentro de las sucursales bancarias.
Escenas similares pudieron observarse en algunos supermercados (gente mojándose afuera de los establecimientos), debido a las exigencias de las autoridades de fortalecer las medidas preventivas, en contra del coronavirus.
A mediados de mayo, en los reportes nacionales, Campeche aparecía entre los estados donde se estaba dando buen cumplimiento a las medidas de aislamiento y distanciamiento social, sin embargo, luego de que a nivel nacional se hicieran los anuncios para volver a la “Nueva Normalidad”, la situación cambió y en muchas colonias y fraccionamientos la gente comenzó a realizar su vida en forma normal.
(Joaquín Vargas)