Campeche

A pesar de que esta semana ha habido mucha movilización por la reapertura del sector restaurantero, la situación para los microcomercios y changarritos no es la misma, ya que señalan que ha habido poco movimiento, pues las personas están tomando sus precauciones por miedo a contagiarse y algunos más aún no se deciden a levantar el confinamiento.

En la principal central de abastos “Pedro Sainz de Baranda”, el área de comida pese a que continúa prestando su servicio al público, algunos señalaron que la epidemia solo ha sido un duro golpe a la economía de las familias que trabajan en este sector, ya que las ventas que de por sí eran escasas con la noticia de que falleció un carnicero en días pasados, han sido nulas ya que la gente tiene miedo de contagiarse y ha disminuido la afluencia en el mercado.

Lo que ha obligado a algunos micro negocios a suspender sus actividades de manera parcial para mitigar la propagación del nuevo coronavirus y aunque la reapertura del sector comercial ha iniciado escalonadamente, las ventas han sido muy bajas, por lo cual algunos comerciantes se han visto en la necesidad de permanecer cerrados sus negocios por que no cuentan con los recursos necesario para sostenerlos.

Mientras que otros, han aprovechado los diferentes programas que ha ofertado el Ayuntamiento para anunciarse en redes sociales y promocionar sus servicios, como han sido algunas loncherías que en el marco del Día del Padre, han optado por hacer ofertas del 2 por 1 en desayunos..

Mientras que algunos comercios ubicados en la avenida Gobernadores, con giro a venta de carnitas, han sacado promociones de bandeja de carnitas acompañadas de un refresco de litro y medio o agua de sabor a 120 pesos.

Mientras que los vendedores ubicados en lo que era conocido como “La plancha loca”, ubicados en las inmediaciones del parque Campeche, han instalado su servicio a domicilio a través de la aplicación “Mandaditos”, señalaron que por recomendaciones de las autoridades de la Secretaría de Salud y como parte de sus protocolos sanitarios, están trabajando solo con el 20 por ciento de sus empleados, sin embargo por el COVID-19 las ventas decayeron en un 70 por ciento.

En tanto el comercio informal está agarrando auge ya que por la falta de empleo muchas familias han emprendido en el área de la venta de comidas caseras en sus domicilios, donde han buscado una manera de generar recursos ante la crisis por la que estamos atravesando.

Tan es el caso de Don Abel, de oficio mesero, quien dijo que con la clausura de los bares por ser considerados negocios no esenciales, junto con su esposa están vendiendo raciones de comida a 50 pesos de martes a domingo; “de esta manera nos estamos ganado la vida ya que mi esposa y yo nos quedamos desempleados, y pues honradamente con nuestros vecinos, amigos y conocidos estamos sobreviviendo a la pandemia”, expresó.

(Karina Gómez)