En menos de una semana, debido al cierre de algunas granjas y las afectaciones por las inundaciones, escaseó el pollo en los diversos establecimientos, lo que llevó al encarecimiento al pasar de 33 pesos el kilogramo a 50, mientras el kilo de filete de pechuga de pollo se elevó hasta 130 pesos.
De acuerdo a los expendedores, escaseó el producto, los abastecedores han limitado la venta con el argumento de que muchas granjas no están produciendo y otros de la Península fueron afectadas por las inundaciones.
Al inicio de la pandemia, el pollo era la carne más accesible para los campechanos, al ofertarse en 30 pesos el kilogramo, ahora supera al del cerdo en los diversos establecimientos y supermercados.
“Ahora la gente le conviene más comprar un pollo asado que crudo”, expuso el vendedor del alimento Raymundo Canul, quien aseguró que las ventas han disminuido.
El comerciante, aseguró que por ese motivo las ventas han decaído significativamente, sobre todo porque ya no se pueden dar el lujo de perder margen de ganancia con el constate aumento en el precio del alimento ofrecido por los proveedores.
“Antes había quien se daba el lujo de reducir su margen de ganancia por pieza hasta los 5 pesos, cuando el proveedor te vendía un pollo en menos de 30 pesos, por lo que al público lo ofrecían hasta en 31, pero ahora no hay mucha oportunidad y si un cliente te compraba una pieza entera a la semana ahora es cada dos semanas”, remarcó.
Reciben reclamos
William Dzib Cambranis, otro de los expendedores, dijo que en el mercado todo se ha complicado, ya no hay muchos clientes, en ocasiones se asusta al oír el precio del alimento, llegando incluso a reclamar y asegurar que podría ser hasta un abuso por parte de los distribuidores derivado del periodo de contingencia.
“Mucha gente se ha espantado luego de no venir hace más de tres semanas, una pieza completa del ave aumento más de 20 pesos, llegando al grado de recibir reclamos por creer que es un abuso de nosotros o de los distribuidores, pero respondemos que nosotros poco podemos hacer, solo intentar vender la más que se pueda para tener ingresos”, recalcó.
Dzib Cambranis, aseguró que ante el rumor de un posible cierre en el mercado la situación se complicaría más, esto porque algunos no tienen un segundo o tercer puesto en los interiores de la ciudad y prácticamente se quedarían sin empleo e ingresos, así como muchos trabajadores.
“Cada vez está peor esto de los daños colaterales de la pandemia, hace más de un mes varios locatarios y trabajadores del mercado nos reunimos y juntamos firmas para ver si el Gobierno del Estado o el Ayuntamiento de Campeche nos apoyaban, pero no se obtuvo respuesta de ninguna de las partes, agregó.
Por David Vázquez